Confrontando Ideas Seculares
Los misioneros liberales rechazan lo que dicen las Escrituras con respecto a los demonios y a los ángeles. Ellos dicen que Jesús pensaba como un hombre del siglo primero.
Sin embargo, existe un hecho irrefutable. Hoy día ninguna persona, independientemente del conocimiento que esa persona posea, tiene manera de saber si Jesús estaba equivocado. Esto no es otra cosa que incredulidad, compartida tanto por los tontos como por los intelectuales.
El teólogo alemán Rudolph Bultmann dijo que era imposible para las personas de hoy día que conocen la luz eléctrica, la medicina moderna y la radio, creer en las cosas sobrenaturales. Yo no veo cuál es la conexión entre la luz eléctrica y el no creer en los demonios. No entiendo cómo es que la existencia de la radio o de la televisión puede desmentir la existencia de los demonios.
El Secularismo está Muriendo
En una ocasión, un siquiatra dijo que él había tratado personas durante muchos años pero nunca había visto ni un solo caso de posesión demoníaca. ¿Cómo hubiese podido él reconocer un caso como ése? ¿Si la persona tenía cuernos o pezuñas? Para ese siquiatra, un caso de posesión demoníaca hubiese sido como cualquier otro caso de trastornos mentales.
Hoy día, el panorama mundial está cambiando. El secularismo está muriendo. El occidente está perdiendo la fe en la ciencia. Los gobiernos están comenzando a incluir temas espirituales en sus debates. Durante casi cien años, los pentecostales han sido objeto de críticas y burlas por creer en las manifestaciones del Espíritu Santo. Sin embargo, cientos de miles de personas comunes y corrientes han respondido positivamente.
El Poder de los Demonios versus el Poder de Dios
Hacen unos treinta años comenzó el movimiento carismático en las denominaciones más predominantes. Los católicos, los anglicanos, los presbiterianos, los metodistas y los luteranos buscaron la unción del Espíritu y las señales y prodigios que la acompañan.
Ellos también comenzaron a reconocer la realidad del poder de los demonios y el poder de sanidad de Dios. De hecho, algunos carismáticos fueron un paso más allá y se fueron a los extremos. Ellos convirtieron la reprensión de demonios en una obsesión.
Enfermedades, fobias y problemas personales de todo tipo fueron atribuidos, equivocadamente, a los poderes de los demonios. Sin embargo, a pesar de los excesos y de los extremos, el mensaje de un Cristo que liberta a las personas ha llegado para confrontar nuestra moderna era secular.