EL EVANGELISMO. PARTE I
"En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida."
Hechos 8:33
Un eunuco que era funcionario administrador de los bienes de la reina de Etiopía, creyente en Jehová, venía de regreso de adorar a Dios en Jerusalén. Volvía en su carro leyendo al profeta Isaías.
Un ángel había hablado al diácono (ahora convertido en evangelista) que fuese al camino que descendía desde Jerusalén al desierto de Gaza. Cuando el eunuco volvía sentado en su carro leyendo al Profeta Isaías, el Espíritu Santo le dijo a Felipe: "Acércate y júntate a ese carro." (Hechos 8:28-29)
Así lo hizo Felipe y escuchó qué el eunuco leía en voz alta. Entonces le preguntó si entendía lo que leía a lo que el hombre le declaró que no e invitó a subir en su carro para que le enseñara el significado de esas Escrituras. El pasaje que leía (al parecer en la versión Septuaginta) era este:
"Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido." (Isaías 53:7,8) El eunuco no sabía si este texto se refería al mismo Isaías o a otro personaje; entonces Felipe comenzó a explicarle ir a evangelizarlo.
"Angustiado él, y afligido, no abrió su boca" Jesús fue angustiado por el pecado de todos los hombres y afligido no dijo nada en su defensa. Calló porque tenía que morir por la humanidad. "como cordero fue llevado al matadero" Al igual qué el cordero de la expiación que el sumo sacerdote sacrificaba una vez al año por los pecados del pueblo ante Dios en el tabernáculo, Jesucristo se entregó como un cordero Inmaculado ante Dios para quitar nuestros pecados.
Juan El Bautista había dicho una vez: "...He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo." (Juan 1:29) "y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca." Jesús fue humillado, desnudado y crucificado. Se dejó apresar, escupir, blasfemar, azotar y crucificar.
No dio mayores explicaciones de Su proceder ante las preguntas de los sacerdotes judíos, Herodes y Pilato. Enmudeció y se humilló: "y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." (Filipenses 2:8) "Por cárcel y por juicio fue quitado" Fue apresado como un delincuente en la noche, traicionado por uno de sus discípulos, vendido por 30 monedas de plata, encarcelado el que predicaba la verdadera libertad.
Se le juzgo como blasfemo contra el padre Dios, siendo el Hijo de Dios. Sin embargo el enemigo, aunque burlándose irónicamente, lo reconoció como el rey de los judíos y escribió en su cruz la palabra INRI, acrónimo latino de "Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum" (Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos)
"y su generación, ¿quién la contará?" Jesús no tuvo esposa ni hijos pero su generación es innumerable.
Una descendencia espiritual que comenzó con un puñado de discípulos, ha llegado a ser de millones de millones de cristianos a través de los siglos. Su generación es incontable. "Porque fue cortado de la tierra de los vivientes" Fue eliminado de esta tierra no por voluntad de hombres sino que Él mismo entregó Su vida en rescate por muchos, como antes lo declaró: "Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre." (Juan 10:17-18) "y por la rebelión de mi pueblo fue herido." El pueblo hebreo escogido por Dios a pesar de tener su Ley y conocer a Jehová, Dios Único, el gran Yo Soy, se rebeló y desobedeció a Dios.
El resto de la Humanidad era pagana y rechazaba al Señor, al Dios verdadero estando en rebelión contra Él... "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23) Hasta hoy día el ser humano se revela contra Dios, lo desobedece, lo niega, se aparta de Sus principios inventando nuevas filosofías de la realidad.
Por esa rebelión es que Cristo murió en la cruz, para salvar a todo aquel que crea en Él, en Su sacrificio expiatorio y sea verdaderamente liberado del pecado y la condenación eterna.
El capítulo 8 de Hechos es una clase de evangelismo para todo cristiano. ¿Desea saber cómo anunciar a otros acerca de Jesús? Lea cómo procedió Felipe, el evangelista, y aprenderá a multiplicar el amor de Dios en otras vidas.