Por más que las hojas de los grupos pequeños parezcan energéticas, si la raíz del sistema celular es débil, el árbol de la comunidad de la iglesia no puede dar buen fruto.
En este sentido, el sistema celular es la raíz que fortifica el árbol de la iglesia y una necesidad básica para dar fruto. En todo el mundo notamos que las iglesias que más rápidamente crecen son las iglesias que han implementado el sistema celular.
El sistema celular no es algo selectivo, sino una organización fundamental para lograr el crecimiento de la Iglesia.
Por más que otro pastor llegara a ocupar el puesto del pastor general en una iglesia, la misma puede seguir firme gracias a la infraestructura del sistema celular, puesto que los grupos celulares son pequeñas iglesias en si. Los grupos celulares ocupan un lugar primordial para establecer el reino de Dios aquí en la Tierra, y proclamar el corazón de Dios.
1) Fábrica de vitaminas espirituales de amor
La comunión entre los santos es la vitamina espiritual para que los grupos celulares puedan recibir la nutrición necesaria. Pero a medida que la iglesia crezca, se hace más difícil la circulación de la vitamina espiri-tual del amor.
La iglesia primitiva de Jerusalén tuvo un conflicto entre los miembros de habla griega y los de habla hebrea. La causa de la murmuración fue la falta de atención de distribución diaria en cuanto a las viudas de habla griega y las de habla hebrea, (Ver Hechos 6: 1-16)
Asimismo, hoy se hallan los mismos dilemas con las iglesias con gran crecimiento. Debemos suplir el amor a través del sistema celular, pues el amor es lo que Dios considera lo más importante.
Así como se requiere una mayor nutrición a medida que el cuerpo se desarrolle, también Ia iglesia necesita que la profundidad, la altitud y la anchura de la comunión entre los creyentes se agigante a medida que la misma crezca. Por lo tanto, los cristianos necesitan una organización donde puedan brindar y recibir amor, y el sistema celular es la mejor respuesta con relación a este asunto.
En caso de que no haya una genuina comunión de amor entre los cristianos, nunca podrán dar fruto; sería como faltar el respeto hacia el prójimo y formar partidos de intereses propios.
Los grupos celulares deben ser como lugares donde se fabrica amor y se da amor, en una atmósfera familiar llena del amor de Dios. Dios es amor. Un grupo celular que no logre entregar amor a sus integrantes puede afectar a toda la comunidad de la iglesia. En este sentido, la comunión de amor de los grupos celulares es la fuerza motriz para establecer una iglesia firme.
2) Pequeñas iglesias con autoridad ministerial
Todo ser humano tiene una limitación, y la capacidad de un pastor no puede ser una excepción. Un pastor solo no puede realizar todas las tareas ministeriales como la de predicar, evangelizar, aconsejar, visitar hogares, etc., sino que necesita colaboradores a quienes pueda confiarles la obra.
Por tanto, el sistema celular es la mejor estrategia para delegar la obra. Para lograr una iglesia en crecimiento, el pastor debe considerar a los lideres laicos corno sus colaboradores y colegas, v delegar su autoridad ministerial.
Moisés, quien había liderado al pueblo Israelita desde el cautiverio de Egipto, no fue capaz de juzgar todas las apelaciones que les presentaban. Moisés sintió una limitación en su liderazgo, a medida que se iba alargando el camino hacia la tierra prometida.
Y lo que Moisés hizo fue delegar su autoridad ministerial a un grupo de líderes que tenían temor de Dios y la misma visión para gobernar el pueblo de Israel. Siguiendo las sugerencias de su suegro, Jetro, Moisés designo a jefes de millares, de centenares, de cincuenta y de diez y delegó su autoridad. De esta manera logró liderar al pueblo de Israel eficazmente (que por cierto eran millones de personas) (ver Éxodo 18: 13-27).
Así como el sistema celular es como los distritos de los jefes de diez, y la unidad menor del cuerpo humano, los grupos celulares son como una iglesia pequeña dentro de una comunidad grande.
La iglesia crecerá saludablemente en forma de una gran comunidad, cuando los grupos celulares adopten y sigan la visión y la filosofía ministerial del Pastor general (principal).
3) Un escenario para servir y ser servido
El creyente está en una relación de dependencia, porque es miembro del cuerpo de Cristo; es decir, la iglesia. Así como la mano ayuda al pie, el oído a la boca y la boca al estomago, los miembros deben ayudarse mutuamente para que la iglesia esté en movimiento, No solo el pastor debe servir a sus miembros, sino los miembros también deben servirse unos a otros y formar una comunidad de amor, estimando cada uno a los demás como superiores a si mismos.
Para cumplir con este propósito, el Espíritu Santo da los dones conforme a la medida de cada miembro (ver 1 Corintios 12:4-31); a unos le es dado el don para sanar enfermos, a otros el don para dar bienes, a otros el don para servir, a otros el don para enseñar, a otros el don para proclamar el evangelio, y todos estos dones son dados para el beneficio de sus hermanos.
En este sentido, el don siempre viene acompañado de vocación. La Biblia nos exhorta diciendo: "Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones cada uno según el don que ha recibido minístrelo a los otros, como buenos admi-nistradores de la multiforme gracia de Dios" (1 Pedro 4:9-10).
Según esta perspectiva, el sistema brinda el escenario perfecto para que los cristianos practiquen el amor y se sirvan los unos a los otros.
Por David Yonggy Cho
Resumen y adaptación Gustavo Isbert