Cada Día es Viernes. Por Joel Osteen, Pastor de Lakewood Church
El Propósito de Joel Osteen al escribir "Cada Día es Viernes" es ayudarle a acomodar su mente de modo que escojas la felicidad cada día.
Cualesquiera que sean los desafíos que pueda afrontar, cualesquiera que sean las circunstancias que le estén derribando, puedes escoger tu respuesta.
El modo en que vivas tu vida es decisión tuya por completo. No depende de tus circunstancias; depende de tus elecciones. Abraham Lincoln dijo: «La mayoría de personas son tan felices como han decidido ser».
A Abe el Honesto le habría gustado un reciente estudio que descubrió que la felicidad aumenta un diez por ciento los viernes. ¿A qué se debe eso? Las personas se emocionan por la proximidad del fin de semana, así que deciden ser más felices. Toman la decisión los viernes de disfrutar más de su vida.
Te desafío a que permitas que cada día sea viernes. Concédete permiso a ti mismo para ser feliz cada día. No solo los fines de semana; no solo cuando tengas un evento especial; no solo cuando estés de vacaciones.
Si tienes la mentalidad correcta, puedes ser tan feliz el lunes como lo eres el viernes. La Escritura no dice: «El viernes es el día que el SEÑOR ha hecho». Dice: «Este es el día que el SEÑOR ha hecho» (Salmo 118.24, LBLA, énfasis añadido).
Este significa lunes, martes, miércoles y los demás días de la semana. Puedes ser feliz incluso cuando esté lloviendo, cuando tengas que quedarte hasta tarde trabajando, o cuando tengas que lavar los platos.
¿Por qué no tomas la decisión de ser feliz cada día? Habrás oído la frase «Gracias a Dios que es viernes». Para ti y para mí también debería ser:
«Gracias a Dios que es lunes».
«Gracias a Dios que es miércoles».
«Gracias a Dios que es domingo».
Otro estudio decía que hay más ataques al corazón el lunes que cualquier otro día. Por tanto, muchas personas deciden que el lunes es un día estresante. Padecen la depresión del lunes.
Cuando te despiertes el lunes en la mañana, no aceptes esos pensamientos negativos que llaman a tu puerta diciendo: Será un día difícil y una larga semana. Habrá atascos de tráfico. Tengo mucho trabajo que hacer. Tan solo necesito sobreponerme a la depresión del lunes. No te creas esos pensamientos.
En cambio, di: «Gracias pero no, gracias. Ya he abierto la puerta y el Dios todopoderoso, el Creador del universo, me ha enviado una entrega personal de gozo. ¡Sé que este será un día estupendo!»
Decide que, para ti, no hay una depresión del lunes. En cambio, escoge los sí del lunes en la mañana diciendo: «Sí tengo una sonrisa. Sí tengo gozo. Sí tengo el favor de Dios. Sí tengo victoria».
Sí, sé que algunos días son más difíciles que otros, pero si programas tu mente de manera positiva, no tendrás que arrastrarte durante ciertos días tan solo esperando llegar al viernes para poder finalmente disfrutar de la vida.
La fe está siempre en el presente. Tu actitud debería ser: Estoy emocionado por estar vivo en este momento. Estoy emocionado por poder respirar hoy. Estoy emocionado por mi familia, mi salud y mis oportunidades. Tengo muchas razones para estar feliz en este momento.
Es tu decisión ser feliz. Proponte disfrutar de este día, y tener un año bendecido, próspero y victorioso. Puede que afrontes algunos reveses, y puede que tus circunstancias cambien, pero no permitas que eso cambie tu mente. Mantenla fija en la felicidad.
Lo que tiene importancia no es lo que te sucede o lo que tienes o no tienes; lo importante es cómo esté acomodada tu mente y las decisiones que tomes.
Tenemos que entender que cada día es un regalo de Dios. Cuando este día se acabe, nunca podremos recuperarlo. Si cometemos el error de ser negativos, desalentados, gruñones o malhumorados, habremos desperdiciado el día.
Algunas personas desperdician año tras año, siendo infelices porque alguien no les trata correctamente, o porque no consiguen lo que quieren, o porque sus planes no se están cumpliendo tan rápidamente como les gustaría.
Yo he tomado la decisión de no desperdiciar ni un día más. Celebro cada día como un regalo de Dios.