Este libro enseña de manera extraordinaria a pastores y líderes la importancia de ser guía a otros. Además, sirve como instrumento de restauración a aquellos que han sido quebrantados, usados y abusados por sus propios padres
Aun así, se habla, muy poco de todos esos hijos e hijas que hoy día están en el ministerio sin la cobertura de un padre espiritual que los guíe, ame y corrija.
A menudo, se encuentran solos y confundidos, sin nadie que los ayude a entender las diferentes épocas del ministerio por las cuales deben andar.
Sus padres espirituales tampoco están bien, ya que luchan contra el dolor de saber que tienen un hijo en el ministerio sin cobertura ni protección.
Los pastores necesitan entender que ellos no son generales, negociantes, o contratistas sino padres – No podemos usar la gente como si son empleados o soldados nuestros, ellos son nuestros hijos y no un objeto que usamos para algo y después los desechamos.
Por consiguiente, El manto de mi Padre es un libro diseñado para ayudarte a entender la dinámica de esta delicada relación y restaurar lo que se ha roto.
Ningún hijo debe caminar solo y ningún padre debe sufrir en silencio por su hijo al carecer de su manto.