Toda esta extraña aventura comenzó tarde una noche mientras sentado en mi despacho leía la revista Lije, y volví una página.
A primera vista, no parecía que hubiera nada en la página que me interesara. Figuraba un dibujo a tinta de un proceso que se realizaba en la ciudad de Nueva York, a unos 560 kilómetros de distancia. No había estado jamás en Nueva York, ni había deseado ir allí nunca, excepto quizá para ver la estatua de la Libertad.
Comencé a dar vuelta la hoja. Pero al hacerlo, mi atención se concentró en la mirada de uno de los personajes del dibujo. Era un muchacho. Uno de los siete muchachos procesados por asesinato. El artista había captado una mirada tal de estupor, de odio y desesperación en su rostro, que abrí la revista cuán ancha era para observar con más detenimiento.
Y al hacerlo solté el llanto. "¿Qué me pasa?" me dije en voz alta enjugándome impacientemente una lágrima. Luego miré con más atención el dibujo. Los muchachos eran todos jovencitos. Eran miembros de una pandilla llamada los Dragones. . . Así comienza David Wilkerson con lo que fuera a ser el inicio de un increíble ministerio que impactaría las pandillas de Nueva York.
La Cruz y el Puñal es un extraordinario relato de las experiencias de un hombre al penetrar en las partes más bajas y sombrías de la ciudad de Nueva York.
Desde el comienzo, fue guiado por el Espíritu Santo. Tal como Abraham, obedeció el mandato y salió "sin saber a dónde iba." Los detalles de lo que experimentó él y su familia son a veces brutales y hasta repugnantes, pero a través de todos los sucesos se observa una fe constante, que aunque a veces vacila, jamás fracasa.
David Wilkerson narra con maestría la conmovedora y verídica historia de su misión entre los drogadictos y perdidos en los pecados más horribles.
El autor pasó horas amargas en la ciudad de Nueva York, hablando de regeneración y rehabilitación a pandilleros endurecidos y llenos de los vicios más viles.
Cuando comienza a leer La Cruz y el Puñal no lo podrá poner a un lado. Vivirá junto a los personajes momentos de temor, angustia, dolor y emoción. Que lo llevaran de la tragedia a la alegría, de las lágrimas a la sonrisa con los hechos auténticos que aquí se relatan.
Hablar de La Cruz y el Puñal es hablar también de la historia de Nicky Cruz.
Nicky Cruz cuenta su impactante historia, el pandillero convertido en evangelista