La oración es el don maravilloso que nos conecta con el Dios vivo, con el que puede, por Su sabiduría, Su poder y Su amor, ayudarnos a superar lo que sea que enfrentemos.
Cuando No Sabes Qué Orar
Sabemos que Dios está con nosotros y Él espera que nos acerquemos a Su trono y que presentemos nuestros corazones agobiados a Su cuidado.
Hemos aprendido esto como un principio que se enseña en las Escrituras, como lo que se supone que debemos creer con nuestras mentes y corazones.
El problema es que, a veces no lo sentimos, no estamos seguros de si lo que expresamos marcará la diferencia para el Señor.
Queremos confiar en Él, queremos que Él intervenga en nuestras circunstancias. Sin embargo, pueden tomar el control nuestras dudas e inseguridades sobre nuestros fracasos y limitaciones. Así que tenemos dificultades incluso al saber qué decirle a Él.
En estos tiempos, a veces nos podemos sentir algo perdidos sobre cómo expresar a Dios toda la profundidad de nuestros deseos o sentimientos. Quizás nos damos cuenta de que no entendemos por completo lo que verdaderamente necesitamos, mucho menos cómo verbalizarlo.
Incluso puede haber momentos cuando estamos tan exhaustos y confundidos, en espíritu, en mente y en cuerpo, que apenas podemos encontrar la energía para abrir nuestras bocas. Quizás el desánimo se ha apoderado de nosotros con tanta fuerza que no podemos imaginar una salida a nuestras dolorosas circunstancias, y lo único que podemos hacer es suplicar al Padre que nos ayude.
Sección 1: ORACIONES PARA CUANDO LAS EMOCIONES TOMAN EL CONTROL
Cuando tenemos miedo
Cuando estamos enojados
Cuando estamos afanosos
Cuando estamos amargados
Cuando estamos confundidos
Cuando estamos desanimados
Cuando estamos de duelo
Cuando estamos lastimados
Cuando estamos celosos
Cuando tememos el futuro
Cuando nos sentimos solos
Cuando nos desesperamos
Cuando sentimos que Dios está lejos
Cuando nos sentimos vacíos
Cuando sentimos culpa
Etc.