La Oración es la Clave del Exito | Andres Corson
«¿Para qué orar si mi oración no sirve para nada?», esto es lo que muchos piensan y por eso no oran, creen que todo ya fue predeterminado y que nada de lo que hagan va a cambiar el curso de la humanidad, como dice la canción: «que será, será»; en otras palabras, «esta fue la vida que te tocó, aguántatela».
Estas personas creen que la oración es una buena disciplina o un rito religioso, pero que no va a alterar para nada nuestra vida. Piensan que Dios no necesita de nuestras oraciones, que él simplemente nos pide que oremos porque es una buena práctica, pero esas oraciones no van a tener ningún efecto sobre el mundo. Alguien que cree eso obviamente no va a orar.
Otros se han ido al otro extremo de creer que orar es tratar de persuadir o convencer a Dios para que haga algo que él no quiere hacer o no planeaba hacer.
Los que creen esto tienen la imagen de un Dios malo, culpable de todas las desgracias de la humanidad, que quiere que estemos enfermos, pobres y que suframos, así que piensan que su función es aplacar con sus oraciones la ira de ese Dios y tratar de torcer su brazo.
Los que piensan así creen que para que Dios haga algo nos toca llamar su atención con largas plegarias, ayunos, gritos, gemidos, rezos, vanas repeticiones, flagelaciones, sacrificios…
Estos dos conceptos equivocados que algunos tienen con respecto a la oración les ha impedido orar porque no saben realmente de qué se trata.
Orar es hablar con Dios, pasar tiempo con él, disfrutar de su presencia, oír su voz, interceder por otros, dar gracias, alabar, adorar, profetizar, atar o prohibir en la tierra lo que Dios ha prohibido en el cielo, y declarar o permitir en la tierra lo que Dios ya declaró en el cielo. Orar es atar a Satanás y volver a tomar nuestro lugar de autoridad en la tierra.
Orar es la ley espiritual más poderosa del universo.
Mi propósito con este libro es compartir contigo uno de los pilares más importantes en mi vida y en nuestra iglesia, una disciplina que nos ha traído hasta donde estamos: la oración.
Mi propósito también es motivarte a que ores todos los días, porque aunque no es algo fácil para nuestra carne, si logramos formar el hábito, se va a convertir en un deleite, algo que disfrutamos hacer.
1.PREFACIO 5
2.LA ORACIÓN ES EL SECRETO DE NUESTRO ÉXITO 11
3.LA LEY MÁS IMPORTANTE DEL UNIVERSO 23
4.ORAR ES PASAR TIEMPO CON JESUS 31
5.SENDEROS DE ORACIÓN 41
6.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE 51
7.NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE 61
8.VENGA TU REINO 71
9.GUIADOS POR EL ESPÍRITU SANTO 83
10.SEAN LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO 97
11.FRESCA UNCIÓN 107
12.HÁGASE TU VOLUNTAD 117
13.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA 131
14.COMIENDO DIARIAMENTE EL PAN DE LA PALABRA 143
15.MALDICIONES FINANCIERAS 153
16.PERDÓNANOS NUESTROS PECADOS 167
17.LA PUERTA DE UNA NACIÓN 179
18.DETRÁS DE TODO PECADO HAY UN «CHICHÓN» 189
19.NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN 201
20.LÍBRANOS DEL MAL 213
21.LIBRA A MI FAMILIA DEL MAL 225
22.LÍBRANOS DE LOS DEMONIOS 239
23.ESPÍRITUS TERRITORIALES 251
24.EL AYUNO 263
25.SI NO VAS A ORAR, ¡CÁLLATE! 275