Brian Houston comienza diciendo en su libro Para esto fui creado, que todos nacimos por la causa de Cristo y de su iglesia. Brian Houston insta a que unidos y ante el hecho de ser salvos y bendecidos, trabajemos por alcanzar los propósitos de Dios.
DESPIERTO CADA MAÑANA Y DUDO EN IR A CORRER. PERO NO tengo duda alguna sobre qué debería hacer con mi vida. Es algo que se definió cuando era pequeño.
Mi padre era ministro y más o menos a los cinco años de edad, supe de veras que había nacido para algo más grande que mi persona: quería ser líder y edificar a la iglesia. Quería hacer algo por el reino de Dios y marcar una diferencia.
No me malentiendas: no tenía idea de lo que significaba ser líder y edificar a la iglesia, y tampoco sabía acerca de las oportunidades y problemas que encontraría a lo largo del camino, pero en mi viaje por la vida hasta hoy, este deseo ha seguido inquietando mi espíritu.
Sin embargo, mi más de medio siglo de vida y mis más de treinta años de ministerio me han enseñado que mi experiencia es mía, y diferente de la de los demás.
Es posible que te hayas preguntado por qué naciste, para qué vives o cuál es tu papel en la vida. Tal vez hayas ido tras las cosas materiales, las relaciones malsanas, o quizá encontraste solaz en el alcohol y las drogas con la esperanza de sentirte a plenitud, para luego darte cuenta de que la vida tiene que ser más que eso.
¡Quiero decirte que sí hay más! Tienes un Padre en el cielo que te ha distinguido para su propósito y su plan. Naciste por una causa que abarca a la humanidad, pero que nace en el cielo. Es una causa que traspasa los límites de la historia y que altera la eternidad.
Tu vida no es resultado de un destino ineludible. Hay un propósito definido para ti, originado en la mente del Padre. Habrá quienes desconozcan este concepto y otros para quienes esta revelación sea eco de lo que sienten en sus corazones.
PARA ESTO FUI CREADO
Brian Houston espera que las verdades contenidas en este libro, te lleven a un mayor entendimiento de la causa del Rey del reino, y a tu papel personal y único en todo ello.
Jesús mismo nos enseñó a buscar primero el reino de Dios. Y este reino no es un místico lugar en los cielos. Lo es todo en la vida de Cristo. El propósito del reino implica traer la voluntad del cielo a la tierra.
Es una revelación que cambiará tu vida y tiene el poder de lograr un impacto en la vida de todas las personas con quienes te cruces.
Una y otra vez he visto cómo la causa de Cristo toma al desesperanzado y lo llena de esperanza, al que no encuentra significado en su vida y lo llena de propósito. De repente, la vida cobra significación. Oro porque también puedas decir con convicción: «¡Para esto he nacido!»