Después que Pablo hubo dejado a Tito en Creta, navegó al norte, procurando ir a Nicópolis por el camino de Troas y Macedonia (Tit 3:12). Trófimo, su compañero de viaje, se enfermó en el viaje y se quedó en Mileto (2 Ti 4:20). Navegando a Troas el apóstol permaneció en la casa de uno llamado Carpo.
Para ese tiempo se levantó la persecución en contra de los cristianos, instigada por el emperador Nerón, quien los acusó de incendiar a Roma. Pablo, el líder reconocido de los cristianos, fue arrestado, probablemente en Troas, y su arresto debe de haber sido tan repentino, que algunas de sus pertenencias se quedaron atrás (2 Ti 4:13).
Al llegar a Roma, se puso al apóstol bajo fuerte custodia. Sabiendo que su martirio se acercaba, escribió ésta, su última carta Timoteo, rogándole a éste que lo visitara. Pablo necesitaba mucho a su hijo en la fe, porque los de Asia, que lo debieron haber sostenido, lo habían abandonado; por causa de la reciente persecución, la mayoría de los cristianos temían mostrarle amistad.
Conociendo el temperamento tímido de Timoteo, que podía hacerlo rechazar el riesgo de la persecución que le pudiera acarrear una visita a la capital, Pablo lo exhorta a que no tema la persecución, ni que se avergüence de él, el apóstol, sino que sea valiente en su testimonio y que sufra trabajos como fiel soldado de Jesucristo, también le aconseja en cuanto a su actitud hacia los falsos maestros y sus doctrinas. Se ha sugerido el siguiente tema para esta epístola: Lealtad al Señor y a la verdad en vista de la persecución y apostasía.
Por qué se escribió. Se escribió la epístola por las razones siguientes: para pedir la presencia de Timoteo en Roma; para advertirle acerca de los falsos maestros; para animarlo en sus deberes; para fortalecerlo en vista de las persecuciones venideras.
Cuándo se escribió. Poco antes del martirio de Pablo en Roma.
Bosquejo del libro de 2 TIMOTEO
- I. Introducción (1:1-5)
- II. Exhortaciones en vista de los sufrimientos y persecuciones venideras (1:6 — 2:13)
- III. Exhortaciones en vista de la apostasía actual (2:14-26)
- IV. Exhortaciones en vista de la apostasía futura (3:1 — 4:8)
- V. Conclusión (4:9-22)