El tema de Abdías puede verse claramente a la primera lectura del libro. Es el pecado de Edom: violencia en contra de Judá. Su castigo: la extinción como nación.
Edom descendía de Esaú, e Israel de Jacob. El antagonismo entre ellos es patente en toda la Biblia. En Génesis ocurre una declaración sencilla y sin embargo muy sugestiva: “Y los hijos luchaban dentro de ella” (Gn 25:22). Desde esa alusión al conocimiento de Rebeca continuó la historia del antagonismo entre ambos.
El antagonismo se originó en el círculo de la familia y continuó cuando los descendientes de cada uno se habían convertido en nación. Los idumeos eran un pueblo orgulloso, que con amargura y resentimiento siempre buscaban la oportunidad de perjudicar a los descendientes de Jacob.
Israel y Edom estaban perpetuamente en guerra. Cuando Nabucodonosor tomó a Jerusalén, Edom se regocijó por la caída de Israel y cruelmente participó en el saqueo y en el destrozo (Sal 137:7). En tiempos pasados Dios había ordenado a su pueblo que tratase bien a Edom (Dt 23:7); pero ahora su conducta atroz había hecho rebosar su copa de iniquidad y se le sentenció a condena y aniquilación.
Después de la restauración de Israel, Ciro, rey de Persia, los venció, dando muerte a millares de ellos. Recibieron otra derrota terrible por los judíos bajo los macabeos en 109 a.C.
El antagonismo de Edom y Judá llegó al extremo en la época de Cristo. Jesucristo era judío, descendiente de Jacob; Herodes era idumeo, descendiente de Esaú. Cristo nunca le habló a Herodes (Mt 14:6-9; Lc 23:9). Después del sitio de Jerusalén, 70 d.C., los idumeos se pierden de vista.
Los versículos 10-14 indican que se escribió el libro después de la destrucción de Jerusalén.
Autor. No se sabe absolutamente nada acerca de Abdías. Hay muchos de ese nombre mencionados en el Antiguo Testamento.
Bosquejo del libro de ABDIAS
- I. El pecado de Edom: orgullo (vv. 1-9)
- II. Sumayorpecado: violencia en contra de Judá en el día de su calamidad (vv. 10-14)
- III. Su castigo: destrucción nacional (vv. 15-21)