El libro a los Hebreos se escribió, como lo sugiere su nombre, particularmente a los judíos creyentes, aunque tiene un valor e interés permanente para todos los creyentes en todas las épocas.
La lectura de la epístola revelará el hecho de que el cuerpo de hebreos cristianos a que se refiere estaba en peligro de descarriarse de la fe. Comparados con la nación en conjunto, ellos eran una pequeña compañía de poca importancia, considerados como traidores por sus compatriotas y eran el blanco de su sospecha y odio. Sentían su aislamiento, apartados como estaban de la nación.
Los amenazaba una grande persecución. Oprimidos por las pruebas presentes y por el pensamiento de adversidad futura, habían cedido al desaliento. Se estaban retardando en su progreso espiritual (5:14); muchos estaban descuidando la asistencia a los cultos (10:24,25).
Muchos, cansados de andar por fe, estaban mirando hacia el magnífico templo de Jerusalén con sus sacrificios y su ritual imponente. La tentación era abandonar el cristianismo y volverse al judaísmo.
A fin de impedir esa apostasía, se escribió esta epístola, cuyo propósito principal es mostrar la relación del sistema mosaico con el cristianismo, y el carácter simbólico y transitorio del primero.
Ante todo, el escritor expone la superioridad de Jesucristo sobre todos los mediadores del Antiguo Testamento; luego señala la superioridad del nuevo pacto sobre el antiguo, como la superioridad de la sustancia a la figura, del antitipo al tipo, de la realidad al símbolo.
Esos creyentes estaban perplejos y desanimados por las múltiples tentaciones, y por el hecho de tener que andar en medio de la adversidad por la fe en la desnuda Palabra de Dios, sin ningún sostenimiento o consuelo visible.
El escritor de la epístola les prueba que los personajes dignos del Antiguo Testamento pasaron por experiencias similares, andando por fe, confiando en la Palabra de Dios a pesar de todas las circunstancias adversas y aun frente a la muerte (cp. 11). Así que, como sus antepasados, los creyentes debían “esforzarse como viendo al Invisible”. Puede resumirse el tema de la manera siguiente:
La religión de Jesucristo es superior al judaísmo porque tiene un pacto mejor, un sumo sacerdote mejor, un sacrificio y un tabernáculo mejores.
Autor del libro a los Hebreos
No hay otro libro del Nuevo Testamento cuyo autor sea más discutido, ni ninguno del cual la inspiración sea más indiscutible. El libro es anónimo. Por causa de la diferencia en estilo de los otros escritos de Pablo, muchos eruditos ortodoxos niegan que él lo haya escrito.
En el siglo tercero Tertuliano declaró que su autor fue Bernabé. Lutero sugirió que lo escribió Apolos.
Finalmente podemos observar, que no obstante las dudas que hemos registrado, no debemos tener escrúpulos al hablar de esta porción de las Escrituras como “la Epístola de Pablo el Apóstol a los Hebreos” …
Ya sea que fuera escrita por Bernabé, por Lucas, por Clemente o por Apolos, representa las ideas y está impregnada de la influencia del gran apóstol, cuyos discípulos, bien pueden llamarse los principales de estos hombres apostólicos. Por medio de los escritos de éstos, no menos que por los suyos, él estando muerto, aún habla.
Por qué se escribió. Para evitar la apostasía de los judíos cristianos que estaban tentados a volver al judaísmo.
Dónde se escribió. Evidentemente en Italia (13:24).
Bosquejo del libro de HEBREOS
- I. Superioridad de Jesús a los mediadores y líderes del antiguo pacto (1:1 — 8:6)
- II. Superioridad del nuevo pacto sobre el antiguo (8:7 — 10:18)
- III. Exhortaciones y advertencias (10:19 — 13:25)