El libro de Nahúm tiene un solo tema sobresaliente; es decir, la destrucción de Nínive.
Es como una continuación del mensaje del profeta Jonás, por cuyo ministerio, los ninivitas fueron conducidos al arrepentimiento y salvos del castigo inminente.
Es evidente que ellos abandonaron su arrepentimiento hecho, y se entregaron otra vez a la idolatría, crueldad y opresión de manera tal, que ciento veinte años más tarde Nahúm pronunció juicio en contra de ellos en la forma de completa destrucción.
El objetivo de Nahúm era inspirar a sus compatriotas, los judíos, con la seguridad de que, por alarmante que pareciera su posición, expuestos a los ataques de los poderosos asirios, que ya se habían llevado a las diez tribus, no sólo fracasarían los asirios en su ataque a Jerusalén (Is 36,37), sino que también Nínive, su capital, sería tomada y su imperio derribado, y no por el ejercicio arbitrario del poder de Dios sino por las iniquidades de la ciudad y su pueblo.
Autor. Prácticamente nada se sabe respecto a Nahúm. Era nativo de Elcos, una aldea que algunos creen que estaba en Galilea. Profetizó durante el reinado de Ezequías y fue testigo del sitio de Jerusalén por Senaquerib, cuyo acontecimiento puede haber sido la ocasión de su profecía.
- I. Jehová es juez justo (1)
- II. El juicio recto de Jehová (2 y 3)