El antecedente histórico de la profecía de Zacarías es el mismo que el de Hageo. Ambos profetas ejercieron su ministerio durante el mismo período, teniendo una misión semejante.
La misión de Zacarías era animar mediante la promesa de éxito actual y gloria futura al remanente judío que estaba desalentado por las aflicciones actuales, y estaba moroso en reconstruir el templo. El pueblo tenía buenos motivos para estar desalentado.
En una época había sido una nación libre teniendo rey y constitución. Pero ahora había regresado a su país bajo un gobierno extranjero, a un país sin rey, y despojado de poder.
Su condición actual presentaba un cuadro oscuro, pero Zacarías hizo que esto sirviera como el fondo oscuro de una escena más gloriosa, mientras él, mediante una serie de visiones y profecías, describe una Jerusalén restaurada, protegida y habitada por el Mesías, y que es la capital de una nación elevada sobre todas las demás.
Además de la promesa de la gloria futura, el profeta dio promesas de éxitos y empresas actuales, porque aseguraba al remanente que su templo sería reconstruido a pesar de la oposición. Pero Zacarías no podía ofrecer un aliento permanente a no ser la promesa de la venida del Mesías.
La experiencia actual de Israel no es más que una figura de su experiencia futura. De la misma manera que fue mediante el castigo del cautiverio babilónico que la nación fue purificada del pecado de la idolatría, así será mediante el fuego de la gran tribulación, que Israel será purificado de su gran pecado: el rechazo de su Mesías y Rey (13:8,9; 12:10; 13:1).
Resumiremos el tema de la manera siguiente: Un estímulo a la nación para servir fielmente a su Dios a través de la aflicción actual, con la mira de las glorias futuras en los tiempos del Mesías.
Autor. Zacarías probablemente nació en Babilonia. Entró al ministerio cuando todavía era un joven (2:4), y empezó a profetizar un poco después de Hageo, siendo su compañero. Su misión era inspirar el fervor debilitado del pueblo y animarlo a quitar la mirada del oscuro presente y a dirigirla al brillante futuro.
Bosquejo del libro de ZACARIAS
Dividiremos el libro en las tres secciones siguientes:
- I. Simbólica: Visiones de esperanza (1 — 6)
- II. Práctica: Exhortación a la obediencia y a la piedad (7 y 8)
- III. Profética: Promesas de gloria mediante la tribulación (9 — 14)