“Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado” (Filipenses 1:18)
Aunque Pablo estaba continuamente entre grupos divergentes, de diferentes sistemas de creencias, sabía cómo responder a la pregunta: “¿Qué es lo más importante?” Para él fue: “Que Cristo sea anunciado”.
Su convicción máxima era que las otras tareas empalidecían, en comparación. Su misión era más importante que perseguir a aquellos que tenían métodos equivocados y ambiciones erróneas, más importante que convencer a otros a obedecer normas y reglamentos religiosos.
Al clarificar qué era lo más importante, sabía qué hacer y qué no hacer. Algunas veces lo segundo es más importante que lo primero. ¿Se ha preguntado últimamente “qué cosas no voy a hacer hoy”?
Cada día a usted y a mí se nos otorga el don de ochenta y seis mil cuatrocientos segundos de tiempo, para utilizarlos donde nos parezca. No podemos llevarlos al día siguiente o alargarlos, en ninguna manera. Ninguno tiene más o menos que eso.
El tiempo frecuentemente parece duro e imposible de detener, especialmente cuando tenemos tantas cosas que podríamos hacer.
La teóloga Dorothy Bass dice que para muchos de nosotros “El tiempo continúa siendo una fuente no solamente de presión sino de culpa y juicio (...) Nos engañamos creyendo que si pudiéramos hacer todo, si tan solo pudiéramos atar los cabos, si aún alguna vez pudiéramos adelantar en algo, quedaría probado nuestro valor y estaríamos seguros”.
Stephen Covey en su libro “Liderazgo centrado en principios” titula un capítulo: “Lo principal es mantener lo principal como principal”. En otras palabras, quédese en la senda. Haga lo que es más importante. Pablo seguramente hubiera estado de acuerdo.
Para muchos de nosotros mantener las cosas principales como principales presenta un dilema significativo: ¿qué es lo principal? Sabemos que no siempre es fácil, especialmente si usted es su propio jefe y no tiene un superior que le dicte las prioridades.
Con frecuencia es útil preguntarse: ¿qué es lo más importante? ¿Qué es para esta compañía? ¿Y para mí? ¿Qué es lo más importante para esta semana? ¿Y para este día?
Sabemos que las interrupciones y otros asuntos de nuestras agendas estorbarán para distraernos. Debemos aprender a enfocarnos en aquello que es lo más importante.
El libro de Talien Medeirer sobre los principios de entrenamiento me enseñó por primera vez a hacerme tres preguntas muy útiles:
¿Qué es lo más importante hoy?
¿Qué debe quedar hecho hoy?
¿Qué es lo importante para el futuro?
Intente escribir estas preguntas en un diario o planificador del día, luego respóndalas.
Hágalo diariamente, si puede. Inténtelo durante una semana.
Algunos días descubrirá que lo más importante es su salud. Otro, el descanso encabezará la lista. Otros días su matrimonio, el tiempo con la familia, oportunidades de servicio o crecimiento espiritual, pueden ser las más altas prioridades.
Tal vez necesite pasar tiempo con uno de los integrantes del equipo. Otras veces ciertos proyectos claramente aparecerán al principio de la lista.
Personalmente, cuando comienzo mi día con estas preguntas, las reviso por la noche. Me relajo. Estoy calmo y me mantengo enfocado, y finalmente soy más productivo. No me desgasto con asuntos menores. De hecho, es ahora más fácil para mí reconocer aquellas cosas que entran en esa categoría.
Luego actúo en lo que realmente quiero y necesito hacer. Me encanta lo que Hyrum Smith dijo en su libro “Diez leyes naturales para manejar exitosamente el tiempo y la vida”: “Este simple concepto de asegurar que nuestras actividades diarias reflejan nuestros valores más profundos, es el concepto que ha marcado toda la diferencia en mi propia vida”.
Este proceso de determinar qué es lo más importante puede ayudar también a definir los valores de su organización o empresa.
Pregúntese: “¿Qué es lo más importante para nuestra organización? ¿Qué debemos hacer? ¿Qué es lo más importante para nuestro futuro?” Luego escriba la respuesta a cada pregunta y póngala en un lugar visible. Preguntarse estas cosas puede ser una gran forma de comenzar un nuevo año o proponerlo como enfoque para un retiro del liderazgo.
“El tiempo es neutral –dijo Winston Churchill– pero puede transformarse en el aliado de aquellos que lo atrapen y lo usen por completo.”
Esta habilidad de atrapar el tiempo probablemente comienza cuando se determina qué significa “por completo” para usted. Una vez que eso está claro, comprométase a lo que más valora. Creo que es bueno decir que nadie en su lecho de muerte declaró jamás: “Caramba, he hecho demasiadas cosas realmente importantes”.
Atrape su día y haga que el tiempo trabaje para usted en vez de trabajar usted para el tiempo.
Tomado del libro: “Secretos del liderazgo de San Pablo”
Deje claro que es lo importante
Para muchos de nosotros mantener las cosas principales como principales presenta un dilema significativo: ¿qué es lo principal?