¿Quién puede decir que la institución de la familia no está en crisis? El aumento de divorcios, embarazos y
abortos entre adolescentes, el suicidio, la drogadicción y la proliferación de pandillas son producto de esta realidad.
¿Tiene la iglesia una respuesta para la familia de hoy? Definitivamente tenemos la mejor respuesta. Veamos por qué:
* Dios estableció la familia y desea bendecirla
(Génesis 1:23-24; 12:2-3).
* La madurez emocional y espiritual sólo puede
lograrse en Cristo (2 Corintios 5:17-21; Colosenses
1:15-23; 2:8-15; Filipenses 4:13,19).
* Como cristianos podemos impactar de modo significativo a nuestra sociedad al ministrar en forma intencional a los hogares de la iglesia y la comunidad (Mateo 28:19-20; Juan 14:25; 2 Timoteo 3:16-17).
* El ministerio familiar apoya el crecimiento espiritual y el fortalecimiento emocional y de las relaciones entre los miembros de la familia al motivar a éstas a tener una experiencia personal con Dios y aplicar en sus vidas los principios bíblicos que traerán bendición a sus hogares y a la comunidad toda.
Un programa para las familias debe implementar
distintas estrategias y recursos según el área de acción:
Prevención: Se hace énfasis en el conocimiento bíblico del propósito que Dios tiene para la familia. Se logra por medio de estudios bíblicos, conferencias, lectura de revistas como El Hogar Cristiano y devocionales como Quietud.
Enriquecimiento: Propicia el fortalecimiento espiritual y
emocional de los miembros de la familia. Los cursos
de estudio como Pacto matrimonial, Padres por la gracia de Dios y Amémonos siempre; talleres y retiros refuerzan el aprendizaje de herramientas nuevas y la puesta en práctica de los principios bíblicos.
Intervención: Provee ayuda tangible y esperanza a la
familia en tiempos de crisis y con necesidad en algún
área específica. Se logra a través de consejería bíblica/pastoral a nivel individual, de pareja y grupal, orientación laboral y ayuda financiera.
Alcance e influencia: Introduce los valores cristianos y verdades bíblicas a las familias de la comunidad a través de programas de radio, artículos impresos, conferencias, visitación y proyectos especiales para ministrar a las familias.
En conclusión, el ministerio familiar es un programa de discipulado de apoyo, y debería hacerse presente en todo lo que la iglesia hace y planifica.
Su objetivo es promover el crecimiento espiritual y emocional de las familias, así como también el bienestar físico de sus miembros.
Esto es lo que logra al ofrecerles la orientación, el cuidado y el apoyo que necesitan. ¿Cómo están siendo ministradas las familias de su iglesia y su comunidad?
©1999 Felipe y Patricia Albacete, miembros de la I.B. Hispana de Riverside en Miami, Florida.
Usado con permiso.
El Ministerio Familiar
¿Cómo están siendo ministradas las familias de su iglesia y su comunidad?