Después de hablar estas palabras, Jack Smith se paró y salió de la oficina de Brad Jones, dejando al pastor nuevo de Grandview Community Church solamente con sus pensamientos. ¿Por qué es que esta congregación tiene dificultad en alcanzar a los adultos jóvenes como Jack y Mary Smith? Brad quedó pensando.
Parece que tenemos la clase de programas que debe satisfacer sus necesidades. Entonces, ¿qué es lo que falta aquí? ¿Exactamente qué quieren decir personas como Jack cuando dicen que están buscando una "comunidad genuina"?
Uno de los programas más populares de televisión, Friends [Amigos], se trata de tres hombre solteros que comparten un departamento en el mismo pasillo que tres mujeres solteras.
Los episodios semanales presentan a estos amigos riéndose juntos, llorando el uno por el otro, y apoyándose el uno al otro en todo, en las buenas y las malas. Pero más que todo, ganan un sentido de identidad personal e importancia de su amistad mutua.
El mensaje central de la serie se capta en el canto lema del programa, "I'll Be There for You [Yo te apoyaré]." Como los episodios, las palabras de este canto captan la imaginación de las personas que lo ven fielmente.
Después de mostrar francamente lo que muchas personas creen - que la vida no es todo lo que anhelamos - el canto ofrece la esperanza que es posible experimentar una comunidad genuina entre amigos verdaderos que prometen siempre apoyar el uno al otro, porque, para citar la última frase del canto, "tu me apoyabas a mí también."
Friends ofrece una imagen de la visión que muchas personas tienen cuando asisten a la iglesia. Muchos miembros de la generación de Friends - si es que deciden asistir a la iglesia - quieren más que otra cosa que la iglesia sea una comunidad - un grupo de amigos que se apoyan. Pero pronto se van desanimados cuando descubren que la iglesia está llena de verrugas.
La iglesia debe ser un grupo de personas que se apoyan. Sin embargo, no podemos elevar el programa de Friends como el paradigma de la naturaleza fundamental de cómo la iglesia puede ser una comunidad. Aunque la necesidad de apoyar el uno al otro es céntrica para la naturaleza de la iglesia, no nos atrevemos a elevar esta dimensión como la esencia del carácter comunal de la iglesia.
El llamado de la iglesia de ser una comunidad y el paradigma de lo que significa ser una comunidad genuina surge de una fuente que sobrepasa cualquier cosa que Hollywood puede imaginarse.
COMUNIDAD GENUINA ES TENER LA MISMA HISTORIA
Para mejor entender esto, enfoquémonos en la conversión, el evento que señala la entrada en una vida como discípulo.
Una de las tareas cruciales que toda persona enfrenta a través de su vida es responder a la pregunta, ¿quién soy yo? La manera básica de entender quiénes somos es contar nuestra historia. La historia que contamos, sin embargo, no es simplemente una crónica de cada incidente que ha acontecido desde que nacimos.
Más bien, organizamos los aspectos diversos de nuestra vida y los muchos eventos que hemos pasado en un conjunto significativo. Juntamos todas las partes de nuestra vida para formar una trama que creemos que cuenta nuestra historia.
En contra de lo que quizás supongamos inicialmente, ni concebimos esa trama ni viene desde adentro de nosotros. Más bien, adoptamos nuestro sentido de identidad de los grupos o comunidades sociales de los cuales pertenecemos. Entonces, mi sentido de quien soy yo se determina grandemente por el grupo o los grupos de los cuales soy miembro. Esto es uno de los temas centrales de Friends.
En luz de esto, la conversión es una reinterpretación radical de quienes somos. La conversión implica reemplazar la trama antigua de nuestra historia personal con la nueva. La conversión involucra la necesidad de reordenar nuestra historia según una trama en particular, la historia bíblica de la acción salvadora de Dios hacia nosotros en Jesús.
¿Se ha fijado que casi cada testimonio personal suena raramente similar? Los detalles pueden variar de un cristiano al otro, pero la trama básica es la misma. Esta trama habla de los pecados pasados que han sido perdonados por medio de un encuentro con Jesucristo. Cuando nos convertimos en cristianos, empezamos a hablar el mismo idioma.
Hablamos de la vida antigua y la vida nueva como en la declaración de Pablo, "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17). Empezamos a resonar el testimonio del himnista John Newton, que sacó sus líricos de las imagines encontradas en el Nuevo Testamento: "Una vez yo era perdido, pero ahora soy hallado; era ciego, pero ahora veo."
Al reinterpretar nuestra historia de esta misma manera estamos aceptando la historia de la comunidad cristiana como la nuestra. Llegar a ser cristiano, entonces, significa que compartimos una trama mutua - una historia mutua - de la comunidad cristiana. Cuando empezamos a contar nuestra historia de esta manera mutua, nos formamos como parte del nuevo pueblo, la comunidad cristiana. Somos parte de la comunidad cristiana - la iglesia - si queremos o no.
La conexión irrompible - esta historia mutua - significa que solamente podemos prometer el uno al otro, "yo te apoyaré." Da la seguridad que usted también me apoyará. En resumen, reconocer que tenemos la misma historia es lo que forma la base de una comunidad genuina.
COMUNIDAD GENUINA ES AMAR JUNTOS
La dimensión más fundamental de este asunto no ha sido mencionada. Realmente, la naturaleza esencial de la iglesia como una comunidad genuina surge del carácter de Dios y la conexión al Dios trino y uno que los cristianos comparten. Esta conexión significa que amamos juntos.
Para ver esto tenemos que recordar que Dios el Padre, el Hijo, y el Espíritu es a través de la eternidad la comunidad divina de amor. Además, la meta de Dios para las personas es juntarlas en compañerismo reconciliado con otros que reflejan el carácter amoroso de Dios y entonces se convierten en la imagen de Dios. Desde el Pentecostés hasta el regreso de Cristo, la comunidad reconciliada que refleja a Dios es la Iglesia. Según el Nuevo Testamento, Dios quiere que la Iglesia sea una comunidad amorosa que refleja su carácter.
¿Cómo sucede todo esto? La respuesta: por medio del Espíritu Santo. El carácter comunal de la Iglesia no es algo que producimos. Más bien, surge de la presencia del Espíritu dentro de nosotros. Finalmente, la comunidad verdadera viene de la comunión en el Espíritu que disfrutamos juntos como cristianos y está con el Padre en el Hijo.
Pablo nos recordó de esto cuando declaró que el Padre había derramado su Espíritu en los corazones y la presencia del Espíritu con nosotros significa que somos hijos de Dios (Romanos 8:16; Gálatas 4:6). Vista desde esta perspectiva, la conversión es llegar a ser hijos de Dios por medio del Espíritu. Ser hijos de Dios significa que somos hermanos y hermanas de, y entonces, coherederos con Cristo.
Los cristianos comparten la relación filial que el Hijo tiene con el Padre y son los receptores del amor perfecto que el Padre eterno derrame en abundancia sobre el Hijo. Comunión en el Espíritu significa que participamos en el amor que es la base del corazón del Dios trino y uno.
Los cristianos no disfrutan de la dinámica del amor de la Trinidad como individuos en aislamiento. Más bien, los creyentes comparten este privilegio glorioso juntos. La meta del Espíritu es unirnos para que podamos participar juntos en el amor de Dios. Porque participamos juntos en el Espíritu que no lleva a la comunidad divina de amor, la comunidad que nos llama a ser no es simplemente un grupo de amigos.
Nuestra confraternidad tampoco es simplemente el resultado de algunas experiencias religiosas comunes, tan importante que sean estas experiencias. Más bien, lo que nos forma en una comunidad y provee la base para nuestra compañerismo es la presencia del Espíritu entre nosotros. El Espíritu nos permite participar juntos como hijos de Dios en la comunión eterna entre el Padre y el Hijo.
Los cristianos son una comunidad porque somos unidos por el Espíritu Santo, que es el amor eterno de Dios. Amamos juntos porque compartimos el amor divino derramado sobre nosotros por el Espíritu.
Amar juntos nos dirige a ser una comunidad genuina que apoya el uno al otro. Las palabras del himno de John Fawcett pueden ser antiguas, pero expresan bien el beneficio que el amor mutuo produce en nosotros: "Bendito sea vínculo que une nuestros corazones en el amor cristiano; el compañerismo de las mentes unidas es como él de arriba. Cuando nos despedimos, nos duele internamente; pero todavía estaremos unidos de corazón, y esperemos volver a vernos."
APOYARSE EL UNO AL OTRO COMO MUESTRA DE COMUNIDAD
Jack tenía razón. Grandview Community Church falló en vivir según el nombre en su letrero. El fracaso primordial, sin embargo, no estaba conectado con la segunda palabra en el nombre de la iglesia, sino en la primera. Grandview Community Church no tenía la clase de comunidad que Jack y Mary deseaban porque la congregación no compartía una gran vista [grand view] de quienes son en Cristo.
No sentían muy fuertemente que comparten una historia común por medio de la cual pueden entender su identidad personal. Tampoco eran suficientemente conscientes de que son una confraternidad, quien por el Espíritu, participan juntos en el amor que caracteriza el Dios trino y uno.
El fracaso de las iglesias de hoy de ser una comunidad de creyentes que se relacionan en la manera en que personas como Jack y Mary están buscando resultados de un fracaso fundamental de visión. Por mucho, no se puede arreglar simplemente al añadir otro programa en la iglesia. Lo que se requiere es una visión renovada de lo que significa ser una comunidad genuina.
Solamente cuando reconozcamos que tenemos la misma historia y que debemos amar juntos, podríamos entender lo que significa apoyarnos el uno al otro y para los que el Espíritu Santo pone en nuestro camino. Solamente cuando buscamos vivir esta visión fundamental podemos vivir según los nombres gloriosos en nuestros letreros - como Grandview Community Church.
La Iglesia como una Comunidad Genuina
Creo que el punto aquí es que, a pesar del nombre en el letrero, Mary y yo no sentimos que esta iglesia realmente es una comunidad genuina.