Acabe su Carrera con Gozo
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Hechos 20:24
La Biblia está llena de escrituras acerca del gozo, de regocijarse, de tener alegría y cantar. Una de mis favoritas es Salmo 100:1–2:
Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo (énfasis añadido). Servir al Señor con alegría es una buena meta para todos nosotros. Con frecuencia, pensamos que debemos hacer algo grande para agradar a Dios, y olvidamos las cosas sencillas que obviamente bendicen al Señor. Significa mucho para Él que sus hijos lo sirvan con alegría.
Hubo muchos años en los que tenía un ministerio, pero no mucho gozo. Desde entonces he aprendido que el Señor prefiere que tenga un corazón alegre a que sea exitosa, a menos que pueda ser ambas cosas.
La Biblia está llena de escrituras acerca del gozo, de regocijarse, de tener alegría y cantar
En años pasados, en mis congresos, les pedía a las personas que estuvieran en el ministerio a tiempo completo, pero que no estuvieran disfrutando su ministerio, que pasaran al altar para oración. Quedaba sorprendida por cuántos pasaban al frente cada vez que hacía el llamado al altar.
Me hizo preguntarme: Tantas personas se están dirigiendo a algún lugar, pero ¿cuántos están disfrutando el viaje? Sería una gran tragedia verdaderamente llegar y darse cuenta de que no han disfrutado completamente la jornada.
Estoy de acuerdo con el apóstol Pablo: quiero acabar mi carrera con gozo. Este versículo en particular al parecer le habla profundamente a mi alma. Qué meta tan asombrosa: servir al Señor con alegría y acabar la carrera con gozo.
Como tengo una personalidad determinada, siempre he tenido la determinación de acabar la carrera. Pero en los últimos años, le he añadido algo adicional a mi meta original. Ahora, no solo quiero acabar mi carrera, sino que la quiero acabar con gozo.
Es mi oración que usted se sienta en la misma manera. Cuál sea su situación actual en la vida, sin importar lo que Dios haya puesto en su corazón para hacer, adónde haya sido llamado a ir, disfrute su jornada. Disfrute todos y cada día. No desperdicie un día de la preciosa vida que Dios le ha dado.
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Filipenses 4:4