Confíe en Dios, no en Usted Mismo.una reflección para mujeres de Joyce Meyer
Es más fácil vivir con esperanza para su crecimiento espiritual, su matrimonio, su salud, sus hijos, sus relaciones, su trabajo y sus finanzas cuando ha hecho a Dios el líder, y usted confía en que Él tiene un gran plan para su vida. Creer que Dios tiene un propósito para su vida y decidir seguir su guía para ver cumplirse ese propósito, es un ejercicio total de confianza.
Es muy semejante al “ejercicio de confianza” que probablemente haya visto a la gente demostrar en alguna ocasión. En el ejercicio de confianza, una persona se permite ser vulnerable, cayendo de espaldas sin red que lo reciba y sin cojines que puedan amortiguar su caída, mientras que otra persona que está detrás de ella le promete atraparla antes de que llegue al suelo.
Cuando usted dice: “Señor, decido seguir tu dirección. Creo que tu plan es infinitamente mejor que lo que podría ser el mío”, se parece mucho a confiar en que alguien lo atrape.
Pero hay una diferencia importante: Dios hace más que simplemente atraparlo; Dios lo toma al vuelo y luego lo lleva más alto de lo que estaba antes.
Dios hace más que simplemente atraparlo; Dios lo toma al vuelo y luego lo lleva más alto de lo que estaba antes.
Aprender a confiar en Dios completamente es algo que he tenido que aprender a lo largo del tiempo y que todavía estoy aprendiendo diariamente. Solía tener el hábito de confiar solamente en mí misma. Me hice este hábito después de años de tratar de confiar en la gente, solamente para terminar decepcionada y herida. Entonces decidí no volver a confiar en alguien.
Estas experiencias dolorosas me llevaron a creer que si quiere que algo quede bien, tiene que hacerlo uno mismo. Si no le pide nada a nadie ni le abre el corazón a nadie, no lo pueden lastimar. Pero esta mentalidad era poco saludable, y me llevó a algo más que dejar de confiar en la gente: evitaba que confiara en Dios. Era un mal hábito y necesitaba la ayuda del Señor para romperlo.
La Palabra de Dios es sumamente clara con respecto a confiar en el Señor más que confiar en nosotros mismos. Proverbios 3:5-6 dice: Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
“Confiar” en Dios es simplemente creer que Él lo ama, que Él es bueno, que tiene el poder de ayudarlo, que quiere ayudarlo y que lo ayudará. Muchas veces confiamos en todos excepto en Dios, o confiamos en todos antes que en Dios. Confiamos en nuestros amigos, en la bolsa de valores, en el gobierno o en nuestros propios talentos y habilidades más de lo que confiamos en Dios y en su Palabra.
¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir: “He hecho todo lo que sé hacer, pero nada de eso está funcionando; creo que no hay nada que pueda hacer sino orar”? La mayoría de nosotros hemos dicho eso, y es una declaración reveladora.
Es otra manera de decir: “He tratado de ayudarme a mí mismo y he fallado, he tratado con otras personas y han fallado, nada está funcionando, ¡así que creo que no tengo otro recurso más que tratar de confiar en Dios!”.
La oración debería ser nuestra primera línea de defensa en cualquier batalla, nunca un esfuerzo de último recurso después de que todo lo demás haya fallado.
Dios quiere que lo pongamos primero a Él en nuestra vida. Quiere que pongamos nuestra confianza en Él… todo el tiempo… en todo.
Quiere que pongamos nuestra esperanza en Él, que tengamos fe en Él, porque cuando lo hagamos no viviremos decepcionados ni sin fruto. Él nos guiará a la vida vencedora, abundante y llena de gozo por la que Jesús murió para darnos.
¿Recuerda esa excelente canción que dice: “Mi esperanza está edificada en nada menos que en Jesucristo, mi justicia”? Ponga toda su esperanza en Dios y prepárese para el viaje más emocionante que se pueda imaginar.
Joyce Meyer
Joyce Meyer es una Pastora, Maestra, Autora, y Conferencista y predicadora Cristiana muy dinámica y de notable reconocimiento. Sus libros se convierten rapidamente en best seller del New York Times.