Fijemos la mirada en Jesús
Hebreos 12:2
La función del Espíritu Santo es guiarnos siempre a poner nuestros ojos en Jesús y quitarlos ~~``de nosotros, pero Satanás se ocupa de hacer exactamente lo contrario, ya que de continuo trata de hacernos pensar en nosotros en vez de en Cristo. Satanás insinúa: «Tus pecados son demasiados para ser perdonados, no tienes fe, no te arrepientes lo suficiente, nunca persistirás hasta el fin, no tienes el gozo de un hijo de Dios y tu manera de aferrarte a Jesús es débil y vacilante».
Todos estos pensamientos son sobre el yo, sin embargo, jamás habremos de hallar consuelo y seguridad mirando dentro de nosotros mismos. El Espíritu Santo hace que quitemos los ojos del yo diciéndonos que nada somos; pero Cristo es nuestro «todo en todos» (1 Corintios 15:28).
Recuerda, lo que te salva no es que tú te aferres a Cristo, es Cristo el que te salva. No es tu gozo en Cristo lo que te salva … es Cristo. Ni siquiera es tu fe en Cristo, aunque este sea el medio que él emplea … es la sangre, la obra y el valor de Cristo.
Por lo tanto, no mires tu mano con la que te aferras a Cristo … mira a Cristo. No mires tu esperanza … mira a Jesús, la fuente de tu esperanza. No mires tu fe… mira a Jesús, «el iniciador y perfeccionador de nuestra fe» (Hebreos 12:2).
Jamás hallaremos felicidad si miramos nuestras oraciones, nuestra obra o nuestros sentimientos. Lo que nos da descanso para nuestra alma no es lo que somos nosotros sino lo que es Jesús. Vencer rápidamente a Satanás y hallar la paz con Dios solo se consigue cuando «[fijamos] la mirada en Jesús».
Fija tus ojos solo en él. Mantén en tu mente su muerte, su sufrimiento, su obra, su valor, su gloria y su intercesión por sobre todas las cosas. Cuando te levantes por la mañana, fija tu mirada en él y al acostarte por la noche, fija tu mirada en él.
Jamás permitas que tus esperanzas o tus temores se interpongan entre tú y Jesús. Ve tras él con ahínco y él jamás te fallará.
Mi esperanza firme está
En la sangre de Jesús
No confiaré en nada más
Solo en la gloria de la cruz.
EDWARD MOTE, 1797-1874
Publicado: Editado: 6514