Pablo nos dice sencillamente qué es lo que elige Dios, y por qué. Dice que elige lo que para el mundo es tonto, para avergonzar a los sabios; y lo que el mundo llama débil, para avergonzar a los fuertes.
Estoy tan contenta de que esto me indica que Dios deliberadamente me escogió a mí. No me obtuvo por casualidad. Nadie lo obligó a tomarme en este ministerio, porque no había nadie más que quisiera hacerlo.
Cuando Dios tuvo la idea de Life in The Word Ministries, buscó en el desastre más grande que pudiera encontrar, vio a alguien que lo amaba y tenía un corazón para Él, alguien que quería trabajar duro, alguien decidida, diligente y disciplinada. Yo no tenía un talento especial. Lo único que hago bien es hablar… pero hasta mi voz suena un poco rara.
La gente mira lo exterior, pero Dios mira el corazón. Su elección no se basa en el aspecto personal, la educación o las posesiones, y ni siquiera en nuestros talentos. Se basa en la actitud de nuestro corazón, y en si estamos dispuestos a cumplir apenas un puñado de requisitos para ser utilizados por Dios.
Tomado del libro: El poder de la determinación