Una Mujer Atenta
Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor. Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio.
Proverbios 31:26–27
Ya sea que trabajes desde tu hogar todo el día, o vayas a una oficina, probablemente seas la principal supervisora de tu hogar. El rol de ama de casa es una posición honorable, que siempre ha sido tenida en estima desde los tiempos bíblicos hasta el día de hoy. Quien supervisa un hogar hace más que simplemente asegurarse de que se hagan las compras y se preparen las comidas.
Una supervisora amable, que se preocupa por el Reino de Dios
Eres tú quien establece el tono de tu hogar. El modo en que cocinas, limpias y atiendes a tu familia, y la manera en que amueblas, decoras y mantienes tu casa crea la atmósfera que todos los demás llegan a conocer y respetar.
El viejo dicho de que la mujer es el “corazón” del hogar es aún muy vigente en nuestros días. Como mujer de valor, puedes regocijarte brindando tu corazón, bondad y sabiduría a todos los que entren por tu puerta.
Un supervisor, sea de lo que sea, siempre tiene que elegir entre opciones. Ya sea que supervises una oficina, un equipo de fútbol o una mesa de almuerzo, puedes elegir entre hacerlo con amor y respeto o de cualquier otro modo.
La mujer de Proverbios siempre eligió el amor porque esa fue la regla mediante la cual hizo todas las cosas. La mujer de hoy tiene la misma posibilidad de elección. ¿Cómo vas a supervisar las cosas que Dios puso en tus manos?