Una Mujer de Conversación Amable
Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan. Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aún cuando es oportuna. Proverbios 15:22-23
Las mujeres sueles caracterizarse por ser conversadoras. Ese quizás sea un término amable. El hecho es que la mayoría de las mujeres son interlocutoras muy capaces, dispuestas a compartir sus pensamientos y sentimientos con quienes aprecian. Es uno de los maravillosos atributos de las mujeres, y estoy casi segura de que Dios nos diseñó de esta manera.
Es uno de los maravillosos atributos de las mujeres, y estoy casi segura de que Dios nos diseñó de esta manera.
Los dos proverbios precedentes hablan a aspectos muy diferentes de la conversación, pero ambos pueden ser amables si así lo escogemos. Cuando estamos dando un consejo, no siempre estamos seguras de la actitud que debemos tomar. ¿Debemos ser autoritarias, maternales, amigables o críticas? Todo depende del resultado deseado.
Si esperamos que la persona tenga éxito en sus planes, adoptaremos un modo de transmitir el mensaje. Si no queremos que lo logre porque no creemos que esa alternativa sea sabia, o no cuadra con nuestra opinión, transmitiremos el mensaje de manera diferente. Proverbios sostiene que, sin importar de qué se traten nuestros planes, las cosas irán mejor si buscamos el consejo de varias fuentes, para poder tomar mejores decisiones. Las mujeres de valor son valiosas dadoras de consejos porque buscan el mayor bien de la persona que se acerca a ellas.
El segundo proverbio trata acerca de ser capaz de decir lo correcto en el momento adecuado. La mayoría de nosotras estará de acuerdo en que ciertamente aspiramos a eso, pero no siempre estamos seguras de cómo lograrlo. Queremos dar a otros una respuesta que los haga sentir bien. Nuestra meta es hablar amablemente, dar a otros nuestros mejores pensamientos y nuestras respuestas más generosas. Cuando lo hacemos, estamos sirviendo a Dios como embajadoras de buena voluntad.