
Una Mujer que se Regocija
Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡que canten siempre jubilosos! Extiende tu protección, y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre. Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad. Salmo 5:11-12
¿Alguna vez pensaste en lo que te hace feliz? Cuando estás contenta, ¿te comportas de modo diferente a otros momentos, como por ejemplo cuando estás demasiado ocupada como para pensar en eso o te sientes un poco malhumorada?
Jesús dijo que vino para que podamos tener vida en abundancia.
Esta semana, piensa en las cosas que te hacen realmente feliz. Haz una lista. Recuerda todas las bendiciones que tienes. Si no puedes recordar ninguna, visita un refugio para personas sin hogar o haz algún servicio público, y comenzarás a ver con claridad tus bendiciones.
Jesús dijo que vino para que podamos tener vida en abundancia, pero probablemente pocas de nosotras entendamos lo que quiso decir. Quienes lo comprenden, se dan cuenta que tienen absolutamente todo. Tenemos las llaves de la salvación.
Si aun estás luchando con la idea de abundancia, puede que estés esperando algo equivocado. Sin darnos cuenta, nos enfocamos en lo que no tenemos. Cuando nos enfocamos en las cosas que nos faltan, nos vemos como carenciadas, y en consecuencia, asumimos que Dios no está prestando atención a los detalles de nuestra vida.
Una mujer de valor sabe que regocijarse en el amor de Dios y alabarle por todo lo que tiene abre las puertas y ventanas para recibir más luz, más amor y más posibilidades. La alabanza desata el poder de la abundancia.
Un corazón agradecido gana el día. Mira tu inmensa fortuna y agradece por todo. Seguramente te quedes sin papel antes de comenzar siquiera a hacer una lista de las cosas admirables que son parte de tu vida hoy. ¿Escuché un aleluya por ahí?