Una Mujer Talentosa
Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa.
Mateo 5:14-15
¿No te sientes exactamente como la luz del mundo en estos días? ¿No puedes recordar cuándo fue la última vez que sentiste que podías brillar en la oscuridad? ¡Levanta tu lámpara!
Si tu luz está parpadeando un poco, tal vez solo necesitas ajustar la llama. Como mujer con una variedad de talentos destacables, tal vez has llegado a la conclusión de que tus dones especiales son sencillamente características con las que naciste y no algo previsto para hacer brillar al mundo.
Puede ser que siempre están a tu disposición cuando las necesitas. Nunca ocultan su luz. Siempre están dispuestas a brillar, aun sin estar siempre conscientes de ello.
Piensa en las mujeres que más admiras. ¿Qué hay en ellas que capte tu atención? Tal vez tienen la habilidad de organizar los mejores eventos de la iglesia a los que has asistido, o pueden pronunciar oraciones que siempre te harán emocionar hasta las lágrimas. Puede ser que siempre están a tu disposición cuando las necesitas. Nunca ocultan su luz. Siempre están dispuestas a brillar, aun sin estar siempre conscientes de ello.
Un faro en realidad no puede juzgar la intensidad de su luz. Hace aquello para lo que fue creado. Brilla en la oscuridad y con sus rayos guía a quienes están perdidos en la niebla, para acercarlos hacia la orilla. Eso es lo que haces con tus talentos, sean cuales fueren. Eso es lo que haces con tu luz. Acercas un poco más a los que te rodean a la Fuente que los mantendrá a salvo en la oscuridad.
Si escondiste tu lámpara bajo el cajón de la incertidumbre y de la falta de confianza en ti misma, sácala de allí, ponla en alto con amor y humildad, y brilla para todos.