Una Vida Bendecida | Predica para Mujeres | CeCe Winans
Salmo 1:1 dice: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de impíos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado".
Aquellos que obedecen diligentemente a Dios seguirán siendo benditos. Es crucial centrarse en la Palabra de Dios, sin preocuparse por las tendencias populares.
La obediencia conduce a la salud y la prosperidad, como los árboles frutales con raíces fuertes. Dios vela por su palabra, brindando protección. Sólo hay dos caminos: obediencia o rebelión; no hay término medio.
Meditar en la Palabra de Dios nos ayuda a seguirlo, llevándonos a una vida fructífera. Deleitarnos en la ley de Dios y meditar en ella día y noche nos hace como árboles plantados junto a ríos, prósperos e inquebrantables. Sin embargo, relacionarse con los incrédulos es esencial para compartir a Jesús, pero debemos evitar imitar sus caminos pecaminosos.
Es importante reconocer la noción engañosa de que existe un término medio en el servicio a Dios. O seguimos Su voluntad o elegimos la rebelión. Jesús enfatizó esto al declarar: "O estás a favor o en contra de mí". Las experiencias emocionales con Dios son poderosas, pero nuestro estilo de vida y nuestras acciones importan más allá de esos momentos.
Salmo 1:2-3 enfatiza el deleitarse en la ley del Señor y la meditación constante. Esto conduce a una vida floreciente, que permanece inquebrantable en varias estaciones. Cuanto más abrazamos la obediencia, más fructíferas y prósperas se vuelven nuestras vidas. Por el contrario, permitir que nos afecte la influencia de quienes ridiculizan a Dios nos lleva a separarnos de nuestro alimento espiritual.
Mientras nos relacionamos con los incrédulos, es crucial mantener una identidad distinta, no conformarnos con patrones pecaminosos. El mundo necesita ser testigo de Jesús a través de nuestras acciones y relaciones. En conclusión, elegir la obediencia, deleitarse en la Palabra de Dios y mantener una identidad distinta son claves para una vida cristiana próspera e impactante.
No nos dejemos llevar por las circunstancias, sino permanezcamos anclados en la verdad inmutable de Dios. Cece Winans
Seguramente no deberíamos involucrarnos en comportamientos impíos, especialmente en esta era de Internet. Si alguno desea desesperación, pase tiempo burlándose de los pecadores. Sin embargo, si buscas la bendición de Dios, hazte amigo de aquellos que lo aman a Él y a Su palabra. Seamos la iglesia, apartándonos de los malos caminos, orando unos por otros.
Dios lo tiene y no debemos preocuparnos. Aplicar la sabiduría de Dios a nuestras vidas produce buenos frutos y aprobación. Recuerda, ¿eres paja o trigo? Mantente firme en la palabra de Dios, inamovible a pesar de los desafíos.
El Salmo 119 enfatiza las bendiciones para quienes caminan en la ley del Señor, lo buscan de todo corazón y evitan la iniquidad. Dios ve todo, incluso en la oscuridad.
En estos tiempos tumultuosos, es crucial prestar atención al llamado de Dios a la humildad, la oración, la búsqueda de Su rostro y el alejamiento de los malos caminos. Esta promesa divina está dirigida a Su pueblo, instándonos a ser firmes y confiar en Su sabiduría.
El mundo puede enfrentar incertidumbres, pero para aquellos que están cimentados en la palabra de Dios, hay seguridad y fortaleza. No se trata de perfección sino de un compromiso fiel de vivir según Sus principios.
No nos dejemos llevar por las circunstancias, sino permanezcamos anclados en la verdad inmutable de Dios. Como nos recuerda el Salmo 119, el camino hacia las bendiciones implica caminar en los caminos del Señor, buscarlo de todo corazón y evitar la iniquidad.
Entonces, abracemos el llamado a ser un pueblo resiliente y bendecido, manteniéndonos firmes sobre el fundamento inquebrantable de la palabra de Dios.
