Cuando Dios quiere instruir a un hombre,
Entusiasmar a un hombre, y equipar a un hombre,
Cuando Dios quiere moldear a un hombre
Para que haga para él una parte más noble,
Cuando Él desea de todo corazón
Formar a un hombre tan grande e intrépido
Que todo el mundo se asombre,
Entonces, ¡observe los métodos de Dios, contemple sus caminos!
Cómo Él perfecciona implacablemente
A aquel a quien ha elegido majestuosamente;
Como lo golpea y lo hiere,
Y con golpes poderosos lo convierte,
Dándole formas que solo
Dios mismo puede entender,
Aunque el hombre esté llorando,
Alzando su mano que suplica . . .
Dios tuerce pero nunca quiebra
Cuando se propone el bien del hombre;
Cuando Él usa al que elige,
Y con cada propósito Él funde
Al hombre con el hecho, y el hecho con el hombre,
Como cuando Él empezó,
Cuando Dios demuestra su esplendor
¡El hombre descubre qué es lo que Dios se propone!
La Formación de un Discípulo
Ningún carácter es sencillo a menos que se base en la verdad, y se viva en armonía con la propia conciencia e ideales de uno.