Coloca tu Confianza Solo en Dios
Acompáñeme con sus brazos abiertos, decimos Sí Señor, qué invitación tan bella me haces a confiar en ti Señor, y a confiar en ti no solo como el creador o como el Rey soberano que gobierna sobre circunstancias, si no como mi Padre.
Padre mío eres tú señor, me pensaste aún antes de nacer y escribiste cada día antes de que existieran y me diste nombre, y me diste propósito, no soy fruto de circunstancias, soy un hijo del propósito del Padre.
Y yo Por Fe Señor Por Fe tomo esas palabras que en el evangelio diriges a tu hijo, las tomo con respeto para mí para cada uno de nosotros, porque sé que si estoy Y si tengo Fe en Cristo, lo que tú dices de él lo diriges hacia mí también de alguna manera.
Al decir Este es mi hijo en quien tengo complacencia, yo recibo tu amor padre, yo creo en tu cuidado padre, Yo te confío situaciones y retos y temores que no tienen lugar cuando tú entras en escena señor.
A algunos de nosotros el Señor les está diciendo no te he dicho que si crees verás la gloria de Dios. Y a algunos de nosotros él nos está diciendo te lo dije antes, y viste mi Gloria, te lo digo hoy otra vez y verás Mi gloria nuevamente.
Amarras que parecen imposibles se pudren en mi presencia te dice el Señor, pesos que parecen insoportables se caen de tu espalda, y tu alma queda libre para descansar porque yo soy el Príncipe de Paz, El Dios de tu Paz.
Al alzar esas manos Señor nosotros soltamos ansiedades y preocupaciones, te hacemos caso cuando nos dices por qué poner los ojos en lo que te causa temor, yo vuelco mis ojos y los fijo en Jesús, que es la razón de mi esperanza.
Porque en mi futuro cualquiera que sea estás tú Señor, estás tú, no camino sobre sentimientos o cosas que pueda haber camino sobre la palabra del señor como Pedro que saltando de La Barca dijo voy porque el señor es quien me llama, y el que me llama es el que me sostiene, y el que me llama es el que me dirige hacia su propósito.
Te dice el Señor te he rodeado con mi mano, te he cubierto con mi mano y te sostengo con mi mano, mi mano va detrás de tu espalda protegiendo tu retaguardia pero va delante de ti abriendo caminos, y mi mano te abraza para que El dardo del enemigo no surta su efecto sobre ti, estás guardado, envuelto, protegido, eres amado, eres precioso Amen.