Confianza en Dios en Tiempos Dificiles | Charles Stanley | Predica
Romanos 8:31-39 - Filipenses 4:19
La vida está cambiando siempre, diariamente hay algo distinto y de vez en cuando nos preguntamos, ¿por qué no podemos nivelar un poco todo esto para no tener esta presión por acá ni otra por allá? Y cuando pensamos que ya la nivelamos, ¿qué sucede? ¡Algo nuevo surge en nuestra vida! Es que vivimos en tiempos conflictivos.
Por ejemplo, de pronto los precios de todo se han disparado hasta las nubes. Muchos ya no tienen trabajo, miles han sufrido pérdida de sus casas y también se habla de racionar alimentos.
Pensamos que todo esto es esencial para subsistir donde vivimos, que comemos, y al pensar en que hay que racionar alimentos, si parece haber abundancia por donde quiera perdemos el trabajo, el medio por el cual podemos suplir todo esto.
¿Qué es lo que está ocurriendo? Permítame decirle que todo seguirá cambiando, la vida no se centrará al grado que digamos, "Por fin, ya todo está en su lugar", pero no es así.
Se debe a que el mundo entero en que vivimos está bajo el maligno, y por ejemplo, los líderes de este mundo, de nuestro país, hacen caso omiso a Dios, repudian las leyes y preceptos de Dios e intentan gobernar los países y a esta nación basándose en razonamientos humanos que ofrecen pensamientos, ideas y filosofías.
Pero en Su palabra, Dios nos ha dado instrucciones claras para vivir sabiamente, y la realidad es que todo en la vida cambia constantemente.
Por ejemplo, puedo recordar que nací en 1932 y que fue durante la gran depresión. La crisis financiera casi al terminar comenzó la Segunda Guerra Mundial, fueron años peores.
Poco después vinieron la Guerra Fría, la de Corea, la de Vietnam y otras. He vivido en tiempos de guerra tras guerra, por lo que a mí respecta, no hay paz ni jamás la ha habido.
Siempre ha habido problemas y dificultades, y se debe a que vivimos en un mundo en decadencia y a que los líderes de las Naciones se rehúsan a reconocer a este libro como guía para gobernar y para vivir.
Así que, ¿cómo no cambiaríamos? Y nosotros sí cambiamos, y algunas cosas pueden cambiar en general, al abrir el último libro de la Biblia y leer Apocalipsis, qué sucede, ¡todo se desintegra!
El mundo está convulsionado, y no hay ningún pasaje en la Biblia que diga que uno de estos días la iglesia tendrá mucho éxito, que muchos serán salvos y que habrá paz hoy y de aquí en adelante. ¿No sería eso fantástico.?
El problema es que la Biblia no dice eso, se profetizó algo muy distinto, así no será. ¿A dónde nos deja todo eso como creyentes? Nos deja aprendiendo a vivir con toda confianza y seguridad pese a lo que confrontos.
Y parte del problema es que en la actualidad, muchos viven en constante ansiedad. Y creo que si preguntamos a los médicos, dirán que un problema serio hoy es la ansiedad y el estrés.
Así que, ¿será posible que un creyente viva con seguridad, confianza, sensación de intrepidez y sentido de contentamiento aunque todo parezca completamente opuesto? La respuesta es sí.
Pablo formula unas preguntas y luego las contesta. El título de este mensaje es el siguiente: "Confianza en tiempos difíciles", ya que estarán aquí presentes mientras vivamos, y si morimos, seguirán siendo conflictivos.
Así que, ¿cómo vivimos? ¿Cómo reaccionamos a ellos? Quiero darle no mi opinión, sino cuatro verdades sencillas de la Biblia, cuatro verdades bíblicas, verdades básicas por las que es posible poder decir sin temor a equivocarnos que si seguimos los cuatro principios básicos, viviremos confiadamente, pase lo que pase.
Este es el punto esencial, la base de todo lo que creemos. Pablo inicia así y dice que esto es básico: Dios controla todas las cosas.
La segunda base es esta, brevemente pensemos en ella, pues dice lo siguiente en el versículo 32: Dios suple nuestra necesidad, verdad básica fundamental.
Veamos qué dice Pablo aquí, por ejemplo, regresando al versículo 31 y leamos los dos versículos: "¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Él que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros".
La pregunta es: ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Qué nos está diciendo? Que su voluntad tiene un propósito para nosotros.
Mire, es admirable que nuestro Dios omnisciente conoce ya todo lo que necesitamos, sabe lo que creemos que necesitamos y nuestra realidad, sabe lo que deseamos y nuestras necesidades, y distingue entre las dos.
Si nuestra vida cristiana es prolongada, no nos será difícil pedir. Suple lo necesario, no forzosamente lo que quiero. Pues si nos da lo necesario, muy frecuentemente Dios actuará de tal manera que desearemos lo que él quiere que tengamos.
Pues así es como él actúa siempre con nosotros, a fin de capacitarnos y no solo para suplir nuestras necesidades, y declara su objetivo primordial en el versículo 28: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".
Porque preste atención al verso 29: "A los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos".
Notemos que cuando él nos salvó, ¿cuál fue su propósito para nosotros? Su objetivo básico fue que seamos hechos conformes a la imagen de su hijo. Por consiguiente, ¿qué es lo que él hará al momento de ser salvos? Procederá a actuar en nuestra vida con el fin de programar, diseñar, bosquejar y dirigirnos a cada paso para que de esa manera cada una de nuestras circunstancias él las use para conformarnos a la imagen de su Hijo.