Paciencia y Justicia Divina
"Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal." Génesis 6:5
De lo más íntimo del ser, del corazón, nace todo pecado pues el hombre está en rebelión contra Dios: "Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias." (San Mateo 15:19)
Mientras no nos volvamos al Señor seguirá manando de nuestro interior todo tipo de sentimientos, pensamientos y acciones que ofenden a Su Persona. Ese "volverse a Dios" es el arrepentimiento, es decir el darse cuenta de que somos pecadores, dolerse de ofender al Padre y cambiar de actitud en nuestro corazón.
Tal cambio implica pedir perdón a Dios por haberle ofendido y recibir Su perdón por los méritos de Jesucristo en la cruz, no por nuestros méritos. No podemos comprar en absoluto el perdón y el favor de Dios.
Dios está dispuesto a perdonarnos si nos arrepentimos, a limpiarnos de todo pecado con la sangre de Jesús derramada en la cruz y a darnos un corazón nuevo, con nuevos sentimientos y pensamientos acerca de la vida, el prójimo y Dios:
"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra." (Ezequiel 36:26,27)
En aquel tiempo previo al diluvio universal, como hoy día, "la maldad de los hombres era mucha en la tierra". También había asesinatos, secuestros, robos, inmoralidad sexual, corrupción, idolatría, blasfemia, rebelión y sus pensamientos eran oscuros y dados al mal.
Dios tuvo mucha paciencia y tolerancia durante siglos pero esa paciencia habría de tener un límite pues Dios es un Ser justo. Por tanto vendría un juicio sobre la Humanidad.
¿Cree usted que Dios ha tenido mucha paciencia con los seres humanos en estos tiempos? ¿Podrá Dios cansarse de los seres humanos de hoy y traer juicio a la Tierra?