Salmo 100 Exhortación a la Gratitud

El Salmo 100, Exhortación a la Gratitud, es una invitación a alabar con gozo, reconociendo la bondad y fidelidad de Dios en toda generación.

Título: «Salmo de alabanza»; o más bien, de acción de gracias. Éste es el único Salmo que lleva esta inscripción precisa. Todo él arde de agradecida adoración, y por esta razón ha sido uno de los predilectos del pueblo de Dios desde que fue escrito. C. H. S.

Este Salmo contiene una promesa del cristianismo, así como el invierno a su término contiene la promesa de la primavera. Los árboles están preparados para brotar, las flores esperando escondidas bajo el suelo, las nubes cargadas de lluvia, el sol brilla con fuerza; sólo el viento del sur falta para dar una nueva vida a todas las cosas. The Speaker’s Commentary

Versículo 1. Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.

Nuestro Dios bienaventurado, por lo tanto, debería ser adorado por un pueblo feliz. Además, un espíritu alegre es conforme a su naturaleza, sus actos y, por ende, a la gratitud que deberíamos tener por sus misericordias.

Versículo 2. Servid a Jehová con alegría.

La invitación a adorar aquí no es triste o solemne, sino que, lejos de parecer una solemnidad fúnebre, es más bien una exhortación alegre y gozosa, de manera que nos sintamos como si nos convidaran a un festín de boda. C. H. S.

Por lo tanto, es una señal del óleo de la gracia que ha sido derramado en el corazón cuando, además, «el óleo de la alegría» brilla en el rostro.

La alegría da crédito a la religión. Thomas Watson

¿Puedes soportar que te sirva un criado que va lamentándose abatido al hacer sus tareas? ¿No prefieres no tener siervo alguno, a uno que evidentemente halla el servirte penoso y molesto? George Bowen

Venid ante su presencia con regocijo. Cómo es posible que cierta sociedad de hermanos pueda prohibir el canto en el culto público. Es un enigma que no podemos resolver. Nos inclinamos a decir con el Dr. Watts:

Que rehúsen cantar a Dios
Los que no conocen al nuestro;
Los favoritos del rey celestial
Deben proclamar sus alabanzas.
C. H. S.

Versículo 3. Reconoced que Jehová es Dios.

«Conócete a ti mismo» es un aforismo sabio, pero el conocer a nuestro Dios es una sabiduría Superior; y es muy discutible si un hombre puede conocerse a sí mismo antes de conocer a su Dios. Jehová es Dios en el sentido más pleno, absoluto, exclusivo. El solo es Dios; el conocerle en este carácter y mostrar nuestro conocimiento por medio de la obediencia, la confianza, la sumisión, el celo y el amor es un logro que sólo la gracia puede conceder. C. H. S.

De las razones de esta exhortación, aprendemos que, debido a nuestro ateísmo natural, tenemos la necesidad, una y otra vez, de ser instruidos. En efecto, el Señor es Dios, por medio del cual y por el cual son todas las cosas. David Dickson
Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos.

El renunciar a recibir el honor nosotros mismos es una parte necesaria de la verdadera reverencia, como el atribuir toda la gloria al Señor. Por nuestra parte, hallamos mucho más fácil creer que el Señor nos hizo, que no que nos hemos desarrollado a través de una larga cadena de selecciones naturales, a partir de átomos flotantes que nos formaron. C. H. S.

El lo hizo todo sin la ayuda o concurrencia de otro. No había quien le ayudara o cooperara en lo más mínimo con El en la obra de la creación…

Los que ayudan o concurren con otro para hacer una cosa pueden reclamar parte de ella; sin embargo, aquí no existe oportunidad para reclamación alguna, ya que el Señor lo hizo todo. Solamente Él. – David Clarkson

De hecho, muchos han derivado consolación de estas palabras; tal es el caso de Melanchthon, quien se hallaba desconsolado y afligido junto al cuerpo de su hijo en Dresde, el 12 de julio de 1559.

Asimismo, en «Él nos hizo; pueblo suyo somos» hay una rica mina de consolación y amonestación, porque el Creador es también nuestro Dueño.

Por esta razón, su corazón se une a su criatura, y la criatura se lo debe todo enteramente a Él, ya que, sin Él, no habría recibido su ser ni seguiría viviendo.

F. Delitzsch

Los masoretas, al alterar una letra en el texto hebreo, leen: «Él nos hizo, y nosotros somos suyos», o «a El pertenecemos». Poniendo estos dos textos juntos, nos damos cuenta de que Dios nos hizo, y no «nosotros a nosotros mismos», por lo que somos, no nuestros, sino suyos. Matthew Henry

Versículo 5. Porque Jehová es bueno.

Esto resume su carácter y contiene una serie de razones para la alabanza. El es bueno, misericordioso, bondadoso, generoso, amante; sí, Dios es amor.

Su misericordia es para siempre. Dios no es mera justicia severa y fría; sus entrañas son compasivas y no quiere la muerte del pecador.

Y su verdad por todas las generaciones. Por lo tanto, sería mejor si algunos teólogos recordaran más plenamente la verdad de la fidelidad divina; pues, de hacerlo, esto derribaría su creencia en la posible caída final de un creyente y, además, les enseñaría un sistema más consolador. C. H. S

Charles Spurgeon