SALMO 4
Si el tercer Salmo puede ser titulado el Salmo matutino, éste, por su contenido, merece a su vez el título de «Himno vespertino».
En el primer versículo David pide ayuda a Dios. En el segundo increpa a sus enemigos, y sigue dirigiéndose a ellos hasta el fin del versículo 5. Luego, desde el versículo 6 en adelante, se deleita contrastando su propia satisfacción y seguridad con la inquietud de los impíos aun en el mejor de los estados en que puedan hallarse. C. H. S.
Versículo 1. Respóndeme cuando clamo.
No hemos de imaginarnos que el que nos ha ayudado en seis tribulaciones va, a abandonarnos en la séptima. Dios no hace nada a medias, y El nunca deja de ayudarnos hasta que cesa la necesidad. El maná caerá cada mañana hasta que crucemos el Jordán. C. H. S.
La fe es un buen orador y un noble disputador en la contienda; puede razonar partiendo de la disposición de Dios a escuchar. David Dickson
Versículo 2. ¿Hasta cuándo?
Ahora les pregunta hasta cuándo intentan ellos hacer burla de su honor y mofa de su reputación. Un poco de regocijo de este tipo ya es excesivo; ¿por qué han de continuar en su diversión? C. H. S.
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia?, etc. Podríamos imaginarnos cada sílaba de este precioso Salmo usado por nuestro Señor alguna tarde, cuando está a punto de salir del Templo aquel día para retirarse a su acostumbrado reposo en Betania (vers. 8), después de sus inútiles llamamientos a los hombres de Israel. Andrew Bonar
¿Hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Crisóstomo dijo una vez que «si él fuera el hombre más apto del mundo para predicar un sermón a todo el mundo, congregado a su alrededor para escucharle, y tuviera alguna alta montaña como púlpito desde la cual pudiera tener todo el mundo ante su vista, y estuviera provisto de una voz de bronce, una voz que resonara como las trompetas del arcángel, de modo que todo el mundo pudiera escucharle, escogería como texto de su sermón éste de los Salmos: «Oh mortales, ¿hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?» Thos. Brooks
Selah. Sin duda nosotros también hemos de detenemos y meditar sobre la insensatez inveterada de los malos, y su persistencia en la maldad, para su destrucción segura; y podemos aprender a admirar esta gracia que nos ha hecho diferentes, y nos ha enseñado a amar la verdad y buscar la justicia. C. H. S.
Versículo 3. Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí.
David era rey por decreto divino, y nosotros somos el pueblo de Dios de la misma manera; digámosles a nuestros enemigos a la cara, que están luchando contra Dios y el destino cuando se afanan por derribarnos. C. H. S.
Salmo 4 - Oración Vespertina de Confianza en Dios
Desde el versículo 6 en adelante, se deleita contrastando su propia satisfacción y seguridad con la inquietud de los impíos aun en el mejor de los estados en que puedan hallarse. C. H. S.