Los versículos de consolación nos brindan esperanza, paz y la certeza de que no estamos solos en nuestras pruebas.
SALMO 147:3
Restaura a los abatidos y cubre con vendas sus heridas.
SALMO 34:18
El SEÑOR está cerca de los quebrantados de corazón,
y salva a los de espíritu abatido.
APOCALIPSIS 14:13
Entonces oí una voz del cielo, que decía: «Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor.»
«Sí —dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan.»
SALMO 116:15
Mucho valor tiene a los ojos del SEÑOR la muerte de sus fieles.
FILIPENSES 1:21
Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
ROMANOS 14:8
Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.
2 CORINTIOS 5:8
Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor.
2 CORINTIOS 1:3 – 4
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.