El reino de Dios es un tema central en las Escrituras, revelando su justicia, paz y poder. Reflexionemos con estos versículos.
SALMO 103:19
El SEÑOR ha establecido su trono en el cielo; su reinado domina sobre todos.
SALMO 45:6
Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; el cetro de tu reino es un cetro de justicia.
DANIEL 7:27
Entonces se dará a los santos, que son el pueblo del Altísimo, la majestad y el poder y la grandeza de los reinos. Su reino será un reino eterno, y lo adorarán y obedecerán todos los gobernantes de la tierra.
JUAN 18:36
«Mi reino no es de este mundo», contestó Jesús.
LUCAS 17:21
El reino de Dios está entre ustedes.
ROMANOS 14:17
El reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.
MATEO 4:17
Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca.
LUCAS 12:32
No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.
COLOSENSES 1:13 – 14
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados.
HEBREOS 12:28
Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente.
