Saúl

Saúl (deseado).  Nombre de cuatro personajes del Antiguo Testamento y nombre hebreo del apóstol → Pablo (Hechos 13:9).

  1. Sexto rey de Edom, natural de Rehobot (Génesis 36:371 Crónicas 1:48).
  2. Hijo de Simeón y una cananea (Génesis 46:10Éxodo 6:15Números 26:131 Crónicas 4:24).
  3. Levita de la familia de Coat e hijo de Uzías (1 Crónicas 6:24).
  4. Primer rey de Israel, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, cuyo reinado (ca. 1045–1010) se narra en 1 Samuel 9–15. Era de origen humilde, pero de apariencia impresionante y gran valor. Su temor al ser nombrado rey y su generosidad con sus enemigos revelan el aspecto positivo de su carácter. Fue la persona que Dios escogió para iniciar la monarquía y representar el Reino de Jehová sobre su pueblo.

Cuando lo ungieron rey, Gabaa, su tierra natal (1 Samuel 10:26), se hallaba dominada por los filisteos, enemigos de Israel. Con el monopolio del hierro, el dominio de estos se hacía cada vez más fuerte.

Por tanto, en su angustia, los israelitas llegaron a rechazar el gobierno teocrático de los jueces, y desearon tener un rey que encabezara un gobierno central capaz de liberarlos del dominio filisteo. Samuel, después de advertirles de los males de tal gobierno, ungió a Saúl secretamente, según las instrucciones de Dios (1 Samuel 10:1).

Después los jefes de familias en Mizpa lo eligieron (1 Samuel 10:17–24) y, ya nombrado, permaneció en su casa hasta los de Jabes de Galaad lo llamaron. Ganó una victoria decisiva sobre los amonitas, y en Gilgal lo confirmaron como rey mediante una ceremonia religiosa (11:1–15).

El nuevo rey debería crear la unidad política entre las tribus, y en esto Saúl no tuvo éxito. A su muerte, las tribus del sur eligieron por rey a David, que era de la tribu de Judá. Saúl triunfó en la guerra contra los amalecitas, pero nunca venció a los filisteos; más bien sufrió la muerte en manos de ellos.

Además de sus problemas políticos, Saúl tenía debilidades personales: su melancolía y sus celos lo impulsaron a perseguir a David y a vengarse cruelmente de los sacerdotes de Nob (1 Samuel 18:6–12ss22:6–19).

La personalidad de → Samuel por una parte y la de → David por otra lo eclipsaban. Samuel apareció tres veces para reprenderlo por su desobediencia. La primera fue cuando Saúl, impaciente, ofreció sacrificio en Gilgal (1 Samuel 13:7–10), sacrilegio por el cual Samuel profetizó que su reino le sería quitado y dado a otro.

La segunda vez fue cuando le advirtió que «obedecer es mejor que los sacrificios» (15:22). En la tercera ocasión Dios permitió una entrevista sobrenatural. Samuel apareció después de muerto y confirmó un juicio definitivo contra Saúl (28:3–19).

Saúl contrasta con David en cuanto a poderes naturales y espirituales. No hay excusa por su desobediencia porque tenía acceso a la Palabra de Dios por medio de Samuel. Su caída explica lo erróneo de confiar más en las dotes personales que en las indicaciones divinas.