Una pobre mujer, muy anciana, estaba plantando un manzano, cuando fue rudamente interrumpida por alguien que le dijo:
- ¿Por qué planta usted árboles cuyos frutos no puede llegar a comer?
Levantando la anciana la cabeza replico:
- Alguien plantó árboles antes de que yo naciera y yo comí de su fruto, y ahora planto para otros, para que la memoria de mi gratitud exista cuando yo me haya ido.