Le entregó su negocio a Dios. Ilustraciones y Anécdotas para predicas y Sermones
Hubo un hombre que le entregó su negocio a Dios. Había luchado con eso por años. Había luchado y peleado por dos décadas. Un día decidió: “Ya me cansé; ¡ya basta!” Había oído de su pastor ese domingo por la mañana en cuanto al valor de entregarle por completo su empresa a Dios.
Fue cuando conducÍa a su casa, después del culto, que decidió que se había preocupado lo suficiente. Para cuando llegó a su casa, en forma total e inequívoca le había entregado a Dios su negocio.
Esa noche el edificio se incendió. Él recibió una llamada de emergencia. En forma más bien calmada condujo al lugar de su comercio y se quedó en la calle, viendo como el lugar se reducía a cenizas.
En cierto sentido estaba sonriendo. Uno de sus colegas corrió a su lado y cuestionó su actitud relajada sobre lo que sucedía. “¡Vaya! ¿No sabes lo que te está pasando? ¡Se está quemando!”
Él replicó: “Lo sé. Lo sé. No hay problema, Fred. Esta mañana le entregué a Dios esta compañÍa, y si Él quiere quemarla, es asunto suyo.”
—Charles R. Swindoll, Living on the Ragged Edge
Le Entregó su Negocio a Dios
Hubo un hombre que le entregó su negocio a Dios. Había luchado con eso por años. Había luchado y peleado por dos décadas. Un día decidió: “Ya me cansé; ¡ya basta!