RAZONES PARA BENDECIR AL SEÑOR. Bosquejos Biblicos para Predicar Salmo 103:1-5
Llama a tu alma a que bendiga a Jehová, a que bendiga su santo Nombre, porque:
I. Él provee todos sus beneficios. «¡Todos sus beneficios!» ¿Qué significa todo esto? Nada de lo que pudiera ser para el beneficio del hombre ha sido retenido. En el don de su Hijo Él se ha comprometido a suplir toda nuestra necesidad (1 Ti. 6:17).
II. Él perdona todas las iniquidades. Por su infinita compasión, Él mantiene la misericordia para miles, perdonando la iniquidad. Él debe o bien castigar la iniquidad, o bien perdonarla: No puede cambiar su carácter. La luz no puede tener comunión con las tinieblas.
III. Él sana todas las dolencias. El término iniquidades se refiere a acciones, pero la dolencia denota la contaminada fuente de la que provienen las acciones. Cada parte de la naturaleza moral del hombre está enferma. «En mí, esto es, en mi carne, no mora el bien». Pero su poder sanador, la sangre de Cristo, purifica de todo pecado. Véase Salmos 107:17-22.
IV. Él redime de la destrucción (de la fosa). No solo perdona y sana, sino que libera de la esfera de las tinieblas y de la enfermedad; sacados a una atmósfera más pura, al Reino de su amado Hijo, y salvos por ello de influencias inmundas y destructoras.
V. Él corona de favores y misericordias. Los misericordiosos favores de Dios resultan una hermosa y cómoda corona para la cabeza. Los que han sido sanados de todas las enfermedades serán coronados de honra en su vida y testimonio (Sal. 5:12).
VI. Él sacia de bien. «Todos sus beneficios» están extendidos y a disposición del alma lavada con sangre. A ellos se les dará a beber «del torrente de sus delicias» (Sal. 36:8). Los de puro corazón verán a Dios. Solo Dios puede saciar de bien, y solo los salvos y sanados por el Señor pueden ser satisfechos con aquello que es puro y bueno. La mente carnal no puede amar las cosas de Dios. La redención implica capacidad para lo bueno.
VII. Él rejuvenece como el águila. El águila renueva su juventud por una regeneración exterior. El alma que ha sido salva y saciada es regenerada tanto por dentro como por fuera. Los nacidos de lo alto tienen su juventud renovada, porque son nueva creación en Cristo Jesús.