YO ESTOY CONTIGO.
Estas tres palabras son como una red de seguridad que te protege para no caer en la desesperación. Porque tú eres humano siempre tendrás altos y bajos en la vida. Pero la promesa de mi Presencia pone límites a tu caída.
A veces, te podrás sentir como si estuvieras en una caída libre, especialmente cuando la gente y las cosas en las que confiabas no responden. Pero tan pronto como recuerdes que Yo estoy contigo tu perspectiva cambiará radicalmente.
En lugar de lamentarte, mírame a mí por ayuda. Recuerda que yo siempre estoy contigo sosteniendo tu mano derecha.
En lugar de lamentarte, mírame a mí por ayuda. Recuerda que yo siempre estoy contigo sosteniendo tu mano derecha. Te seguiré guiando toda tu vida con mi sabiduría y consejo, y después te recibiré en la gloria. Esta es, exactamente, la perspectiva que necesitas: la seguridad de mi Presencia y la gloriosa esperanza del cielo.
SOFONÍAS 3.17; SALMO 73.23-26