Regla: En la época del Antiguo Testamento, los constructores medían con un cordel corriente (2 S 8.2; Zac 2.1), un hilo (1 R 7.15) o un cordel de lino (Ez 40.3) marcado en codos (1 R 7.15, 23). Los carpinteros también usaban cierta clase de regla (Is 44.13), pero en la época helenista la vara recta sustituyó a las demás reglas (Ap 11.1; 21.15).
La medición del constructor sugirió la actividad divina en el juicio (Ez 43.11) y, por ende, la noción de una «norma fija». Las iglesias tenían sus reglas transmitidas por la → tradición apostólica (2 Co 10.13, 15; Gl 6.16; Flp 3.16) que delimitaban la acción o el deber; era una regla de conducta o doctrina.
El término adquirió un significado aún más preciso en el período postapostólico. Como la autoridad a la cual apelaban los Padres de la iglesia eran las Escrituras del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, acabaron por aplicar este término a la colección de dichos escritos, y hablaban de ellos como del → canon o regla. Así, pues, canon pasó a significar la lista o catálogo de todos los libros que contienen la regla inspirada por la cual ha de medirse toda materia de fe y práctica (→ canon del Antiguo Testamento; canon del Nuevo Testamento).