Tammuz. Dios de origen babilónico, adorado también en Siria, Asiria, Canaán y Fenicia (en donde se le llamaba Adonis debido a la influencia griega).
Según la leyenda, era el dios del sol y la vegetación. La diosa Istar era su amante pero le fue infiel. Murió Tammuz, pero Istar descendió a los infiernos y logró resucitarlo en el mes cuarto del calendario hebreo (junio/julio), lo cual explica por qué este mes llevaba el nombre de Tammuz durante la época posterior al cautiverio.
En el culto de este dios, la muerte y la resurrección de Tammuz simbolizaban la muerte anual de la vegetación y su reaparición en la primavera. Había fiestas en el mes cuarto para celebrar estos acontecimientos: primero endechas y plañidos debido a la muerte de Tammuz, y después canciones y alegría por su resurrección.
Las fiestas culminaban en bacanales y orgías repulsivas.
El nombre de Tammuz aparece solo una vez en la Biblia, cuando Ezequiel (8:14) relata que entre las «abominaciones mayores» que encontró en el templo de Jerusalén había la de «mujeres que estaban endechando a Tammuz». En Jeremías 9:17–21 y 16:4–6 aparentemente tenemos referencias al mismo culto pagano.
Es posible que la toma de Babilonia por Darío de Media haya ocurrido mientras Belsasar y sus amigos celebraban una fiesta orgiástica en honor de Tammuz.