10. Evalúa tu ministerio todos los años: Involucra en la evaluación a los jóvenes, a sus padres, a los líderes de la iglesia y a todos aquellos que colaboran contigo. Determinen si los programas y/o actividades realizadas están cumpliendo el objetivo propuesto inicialmente.
9. Trabaja siempre en equipo: Trabaja de manera conjunta con personas dinámicas que compartan y apoyen tu visión para el ministerio juvenil, preferentemente debes contar con el apoyo de los líderes mayores de la iglesia que sea permanente.
8. Busca a un consejero y reúnete con él una vez por semana: Que sea una persona que cuente con tu completa confianza, que se sienta en la libertad de hacerte preguntas profundas personales, sobre tu ministerio y sobre tu comunión con Cristo.
7. Siempre debes estar informado: Mantente informado sobre las cosas que son tendencia entre los jóvenes con el fin de que puedas comunicarte mejor y seas mucho más eficaz interactuar con ellos.
6. El matrimonio y la familia está antes que la iglesia: La primera institución que creó Dios fue el matrimonio y la familia. Tu relacionamiento con ellos es muy importante, trata de mantener un lazo fuerte con ellos y que eso te permita tener una tranquilidad de que estas respaldado por quienes son más cercanos.