Los alumnos de último año ya se graduaron y todos los miembros del grupo están ansiosos por saber qué harán con sus vidas: Algunos se están preparando para la Universidad, otros se están iniciando en una variedad de trabajos y unos pocos, pronto comenzarán alguna carrera en el servicio militar.
Toda esta conmoción ha puesto a los jóvenes del curso anterior a pensar seriamente qué va a ser de sus vidas al terminar la escuela secundaria.
“¿Tú ya sabes qué quieres hacer, Carlos?” “¿Quién, yo? ¿Estás bromeando? Si ni siquiera sé que voy a hacer el próximo fin de semana ¡mucho menos el resto de mi vida!”
Examina: Primero la mala noticia: La Biblia no da directrices específicas sobre profesiones. No dice, por ejemplo: “La voluntad de Dios es que Tomás siga una carrera de aviación”. Sin embargo, la Biblia sí da una serie de principios fundamentales que pueden ayudarnos a pensar en esta área. Una carrera escogida debe:
1. Dar gloria a Dios (1 Corintios 10:31).
2. Anticipar el reino de Dios. “Buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
3. Capacitarnos para usar las habilidades que Dios nos ha dado para servir a los demás. “Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10).