¿De que Forma el Enemigo Quiere Apartarme de Dios?
"Estén alerta, cuídense de su gran enemigo, porque anda al acecho como un león rugiente buscando a quien devorar.
Pues, uno lee este versículo y dice: ¿Pero el enemigo existe o no? Existe, y quiero que sepa que si Dios permitió que esta clase de textos quedaran escritos en la palabra es porque así es. Yo creo que el enemigo en esta época se cumple bajo este versículo, anda como león rugiente buscando a quien devorar.
Personalmente, creo que los seres humanos somos objetivo militar de las tinieblas. Me pregunto por qué. Pues, el enemigo odia todo aquello que Dios ama.
Y quiero que sepa que Dios, que Jesús, no murió en la cruz por los animales ni por las plantas y la naturaleza, aunque a él le gustan porque las hizo.
En la cruz, Jesús murió por nosotros, por los seres humanos, por hombres y por mujeres. Y yo veo con respecto a estos dos tipos de personas: hay personas que no les interesa mantener una relación con Dios, es decir, viven en cautividad, y posiblemente el enemigo los ataque.
No los ataca ahora, los ataca cuando ya son suyos, no siente ningún problema con respecto a que no tienen relación con Dios.
Pero veo otro tipo de personas, y son las personas que deciden caminar con Jesús o caminar con Dios. Son personas que un día toman una decisión y dicen: 'Yo quiero a Jesús en mi vida'. No les estoy hablando de religión, les estoy hablando de tener a Jesús en el corazón y caminar como él quiere.
Yo creo que cuando una persona toma la decisión de seguir a Dios, en ese momento se vuelve el foco de las tinieblas, es decir, el enemigo va a querer atacar a esa persona para que vuelva atrás y para que reniegue de su fe.
En la cruz, Jesús murió por nosotros, por los seres humanos, por hombres y por mujeres
El libro de Job nos enseña cosas muy interesantes con respecto a los planes del mal y la forma como el enemigo busca atacarnos. Hay una conversación que Dios tiene con Satanás, y dice la Biblia que Satanás estaba rondando la tierra. Dios le pregunta: 'Y tú, ¿dónde estabas?' Y él responde: 'Estaba yendo de un lado a otro por la tierra'. Y Dios le dice: '¿Y si has visto a mi siervo Job?'.
Satanás le replica: '¿Acaso Job te honra sin recibir nada a cambio? ¿Acaso no están bajo tu protección él y su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido la obra de sus manos que sus rebaños y ganados llenan toda la tierra. Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee, a ver si no te maldice en tu propia cara'.
Me llama la atención esa parte final, porque el objetivo de los ataques del enemigo es que nosotros mal digamos a Dios. Ustedes pueden decirme, y yo también lo pensaría: 'Jamás maldeciré a Dios'.
Pues, Pedro dijo que jamás lo negaría, y lo hizo tres veces. Ahora maldecir no es conjurar a Dios en el nombre de Pedro o algo así por el estilo. Maldecir es hablar mal de Dios, eso es maldecir.
El propósito del enemigo es que nosotros lo hagamos maldecir. No solamente es hablar mal, sino ser mordaz o denigrar a alguna persona. Hablar mal es culpar, hablar mal es mostrar odio o enojo, hablar mal de alguien.
Posiblemente algún día hemos pensado cosas de Dios y las hemos dicho: 'Dios no cumple lo prometido', 'Dios me tentó', 'Dios se olvidó de mí', 'Dios me castigó', es duro conmigo. Y eso significa hablar mal y decir cosas que no son".
Debemos estar alerta y cuidarnos del enemigo que acecha como un león rugiente, buscando a quien devorar. El enemigo existe y su objetivo es atacar a aquellos que deciden caminar con Dios, para hacerles renegar de su fe.
No debemos maldecir a Dios ni hablar mal de Él, pues eso es lo que busca el enemigo. Permanezcamos firmes en nuestra relación con Dios y resistamos los ataques, confiando en su poder y amor inquebrantables.