El placer tampoco es la respuesta
Eclesiastés 2.1
¿Quién no quiere vivir una buena vida La pantalla —tanto chica como grande— nos muestra un mundo de casas elegantes con grandes habitaciones alfombradas, una cochera con dos autos nuevos, y todo equipado de primera... fiestas suntuosas donde todos son jóvenes y bellos, y corre el licor como agua. ¿Acaso no atrae esa clase de vida
Pero el problema es que la pantalla tiene solamente unos milímetros de espesor y atras... nada. Esa vida elegante es una ilusión, y las sonrisas se esfuman una vez que se apaga el aparato.
El Predicador lo probó todo. Lujo, bebidas, mujeres, todo lo que un hombre podría pedir. Su conclusión es que “la risa es locura y el placer de nada sirve” (v. 2).
Su propósito de probarlo todo —dice— era “saber ... lo que mas le conviene al hombre durante sus contados días en este mundo” (v. 3). He aquí los grandes interrogantes del ser humano: ¿Qué es la vida ¿Cual es su propósito Pero, al contrario de lo que piensa la mayoría, la búsqueda del placer es una búsqueda interminable, porque nunca nos satisface, nunca llena ese vacío interno que Dios ha puesto en cada persona.