1. La importancia de seguir a Jesús como ejemplo de discipulado: la identificación con sus discípulos, la dedicación a sus discípulos, el amor por sus discípulos, su relación con el Padre abierta a sus discípulos. El no avergonzar a sus discípulos cuando hacían cosas o pensaban las cosas muy diferentes a lo que El esperaba.
Creo que no merece ninguna explicación este punto. Si siguiéramos a Jesús en vez de hacer tanto programa, tanto pancho para atraer a los jóvenes. Si viviéramos cerca de Jesús, los jovenes se nos acercarían también a nosotros pues verían algo muy diferente. Queremos que nos sigan con actividades y cosas que planeamos. Congresos, eventos, invitados especiales, conciertos. No digo que esté mal, por el contrario, sí creo que debemos usar todo lo que sea para atraer a la juventud. Pero nosotros como líderes primeramente tenemos que estar convencidos del que vamos a presentar y es a Jesús.
Si nosotros mismos no vivimos cerca de El, no estamos escuchando de El, no estamos aprendiendo de El, no somos guiados por El (sino por el pastor que exige programas y resultados) perderemos la oportunidad de mostrar con el ejemplo lo que Jesús nos mandó a hacer: HAGAN DISCIPULOS DE MI. No de un hombre, no de un pastor, no de un ministerio, no de una iglesia, DE JESUS. Y creo que al ver su ejemplo entenderemos por qué muchos jóvenes no se acercan, quizás por qué algunos están simplemente heridos.
Quizás los hemos expuesto sin saber que eso hicimos. Vaya, ni Jesús expuso a Judas a pesar de que él se robaba las ofrendas.. En Su tiempo todo fue sacado a la luz. Pero Jesús amaba a sus discípulos. Nosotros debemos de amar a los jóvenes como Jesús mismo nos ama a nosotros con todas nuestras imperfecciones.
2. La importancia de seguir a Pablo como ejemplo de evangelismo: sus estrategias a pesar de los peligros de aquél tiempo, su atrevimiento para compartir la palabra sin pelos en la lengua siendo obediente a la guía del Espíritu Santo, su astucia ganándole la batalla al diablo a pesar de los obstáculos aún al punto de casi perder la vida.
No hay forma de atraer a más jóvenes si a los que tenemos no les ENCANTA el grupo. Lo tienen que sentir SUYO. Lo tiene que disfrutar, tienen que participar y gozarse a tal grado que no puedan evitar invitar a otros y evangelizar. Estar tan convencidos que esto es la verdad y que nadie se la puede perder. Es tan importante que los jovenes vean que a veces es necesario salirse de su zona de comodidad e invitar a otros jóvenes que se pierden sin el conocimiento del Señor. Y como ejemplo está Pablo. Ese Pablo fue grueso. Digo... mira que pararse frente al PARTENON, lleno de dioses y de creencias.
Lleno de ídolos y de una cultura diferente y ahí, enfrente se para Pablo e ingeniosamente dice: QUE INTERESANTE QUE TENGAN TANTO DIOS, PERO YO LES VOY A HABLAR DE ESTE, DEL NO CONOCIDO.. Había un espacio para el Dios no conocido, por si se habían olvidado de alguno.
Y Pablo lo aprovecha para decirles: ah... pues se olvidaron del verdadero.. Wow.. Pablo estuvo grueso en serio.. y no descansaba hasta obtener conversos impactantes como la gente ateniense de influencia que fue convertida bajo su ministerio. Pablo no se andaba con rodeos. Iba con la gente de influencia pues así ganaría más. Nosotros como líderes debemos enseñar a nuestros jóvenes a atreverse y salir de su zona de comodidad y compartir con gente de influencia.
Gente que verá el ejemplo de un joven que ama a Dios y tiene principios y que su ejemplo grita más que su testimonio hablado. Cuando aprendemos el verdadero evangelismo como Pablo lo vivió, disfrutaremos de la cosecha que está lista para la ciega… SIN DUDA ALGUNA.
3. Aprender de los personajes Bíblicos:
Las metidas de pata de Pedro,
Las depresiones de Elías
Los desatinos de Moisés
Los errores de David
Las dudas de Abraham
La desobediencia de Jonás
Las tentaciones de Sansón
Y tantos personajes que a final de cuentas son personas como nosotros que se tomaron de Dios y finalmente hicieron las cosas como Dios quería teniendo así éxito en sus vidas habiendo cumplido con el propósito y el plan que Dios había trazado para ellos, conociendo sus áreas débiles y precisamente utilizando esas áreas débiles para hacer proezas por El.