“Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que tenían buena inteligencia en el servicio de Jehová. Y comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehová el Dios de sus padres”. 2 Crónicas 30.22
NVI: “Y Ezequías felicitó a los levitas que habían tenido una buena disposición para servir al Señor”.
Todo nace con la disposición pero se completa con la disponibilidad.
En el pasaje vemos que los levitas tuvieron buena disposición y automáticamente disponibilidad ya que apartaron siete días para aquello que se habían dispuesto a realizar.
Si queremos verdaderamente concretar las cosas que nos proponemos, necesitamos desarrollar ambos componentes: la disposición y la disponibilidad.
La disposición tiene que ver con la intensión, la disponibilidad tiene que ver con la dedicación. Tus sueños deben guiar tu vida, tus metas deben guiar tus acciones.
La clave radica en generar disponibilidad para lo que uno se ha dispuesto a realizar, puede ser un ministerio, una profesión, un emprendimiento o lo que Dios te haya mostrado.
Pasos prácticos para generar disponibilidad:
- La disponibilidad se debe generar y no esperar que esta se produzca mágicamente.
- Entender que para dedicar tiempo a una cosa hay que quitárselo a otra.
- Inclinación para deshacernos de todo lo que sobra en nuestra vida.
- Apuntar constantemente a simplificar todo lo que hacemos.
- Reorganizar nuestras actividades para ser más eficientes.
- Rediseñar nuestra vida en función de nuestro llamado.
- Establecer prioridades y empezar por la que haga la mayor diferencia.
- Planificar nuestro día con anticipación para optimizar el tiempo.
- Enfocarnos en las tareas y no dispersarnos.
- Lugar de ubicación adecuado para evitar traslados.
- Hoy más que nunca necesitamos prestar atención a este principio, ya que el síndrome de este tiempo es ver a las personas con buena
- disposición pero con una falta total y absoluta de disponibilidad.
Si queremos verdaderamente concretar las cosas que nos proponemos, necesitamos desarrollar ambos componentes: la disposición y la disponibilidad.
A la hora de tener que escoger tus colaboradores fijate que sean personas que no solo tengan buena disposición, sino que también tengan disponibilidad para desarrollar lo que necesitás.
Que podamos entender que la disposición que no es acompañada con disponibilidad no terminará concretando las cosas a realizar y producirá un tremendo sentimiento de frustración en nuestra vida.
Monitoreá permanentemente que tu disposición y tu disponibilidad estén alineadas para ser coherente y consecuente con lo que pretendés alcanzar.
Yo oro para que, con la bendición de Dios, puedas desarrollar disposición y disponibilidad para lo que quieras alcanzar.