La educación sexual más efectiva tiene lugar cuando los padres hablan con (y no «a») sus hijos sobre temas relacionados con la sexualidad de manera auténtica. Esto nunca es fácil y a veces es incómodo, pero el involucramiento de los padres hace una probada diferencia positiva.
Tanto Lucas Leys como Jim Burns son padres y han sido pastores y líderes de jóvenes por muchos años, y han escrito este libro poniéndose en el lugar de un padre que habla cara a cara con su hijo o hija.
En "El Código de la Pureza" se han tratado de tocar todos los temas urgentes y algunos padres podrán pensar que la información es demasiado cruda mientras que para otros quizás no sea lo suficientemente directa.
Este libro tiene como uno de sus principales objetivos ser una herramienta en manos de padres que deberán adaptar el material de manera que se ajuste a lo que crean que es mejor para sus hijos. Nada reemplazará las conversaciones que un padre ha de tener con ellos.
La forma más efectiva de usar este libro es que tanto el padre como el hijo lean un capítulo a la vez y se hagan las preguntas que figuran al final de cada capítulo antes de continuar.
Sinceramente, el diálogo que siga a la lectura es tan importante como lo que los autores han escrito y la información que aquí se brinda es una base para esas charlas. Incluso es importante la manera en que padre e hijo dialoguen.
Los chicos aprenden mejor cuando ellos hablan y los padres escuchan. No usen este libro o esas preguntas como una oportunidad para darles un discurso. La tarea de los padres es crear un ambiente seguro y amoroso para abrir una conversación con sus hijos acerca de un tema tan determinante en sus vidas como la sexualidad.
Cada vez son más los chicos que se están comprometiendo a cumplir con algo llamado El Código de la Pureza. Ellos están yendo en contra de lo que la sociedad considera «normal» haciendo un verdadero compromiso con Dios, sus familias y sus futuros cónyuges, de vivir una vida de integridad sexual y pureza.
¿Sabías que las decisiones que tomas hoy pueden afectarte por el resto de tu vida? Bueno, comprometerte con el Código de la Pureza puede incluso afectar la vida de tus futuros hijos y hasta nietos.