La consejera de familia Norma Pantojas nos demuestra que aún el pasado más triste, puede ser transformado en una experiencia de aprendizaje para nosotras mismas y para otros, con la ayuda de Dios.
Qué triste es mirar hacia atrás y caer en la cuenta de que algunas de las decisiones en nuestra vida afectaron a terceros más allá de toda reparación posible, al menos a nivel humano.