La epístola de 1 Pedro se ofrece una espléndida ilustración de cómo Pedro cumplió la comisión que le dio el Señor: “Y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” (Lc 22:32).
Purificado y establecido mediante el sufrimiento y madurado por la experiencia, podía pronunciar palabras de aliento a grupos de cristianos que estaban pasando por duras pruebas.
Muchas de las lecciones que aprendió del Señor mismo las impartió a sus lectores (cf. 1 P 1:10 con Mt 13:17; 5:2 y Juan 21:15-17; 5:8 con Lc 22:31).
El versículo doce del último capítulo sugerirá el tema de la epístola: a gracia de Dios. Aquellos a quienes se dirigía estaban pasando por tiempos de prueba. Así que los anima demostrándoles que todo lo que se necesita para tener fuerza, carácter y valor, está provisto en la gracia de Dios.
Dios es el “Dios de toda gracia” (5:10), cuyo mensaje a su pueblo es: “Bástate mi gracia.” El tema de Primera de Pedro puede resumirse de la manera siguiente: La suficiencia de la gracia divina y su aplicación práctica con relación a la vida cristiana, y para soportar la prueba y el sufrimiento.
Por qué se escribió. Para animar a los creyentes a estar firmes durante el sufrimiento, y para exhortarlos a la santidad.
Cuándo se escribió. Probablemente en 60 d.C.
Dónde se escribió. En Babilonia (5:13).
- I. Regocijo en el sufrimiento por razón de la salvación (1:1-12)
- II. Sufriendo por causa de la justicia (1:13 — 3:22)
- III. Sufriendo por Cristo (4)
- IV. Exhortaciones finales (5)